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La esencia de las píldoras
que están en el frasco
por Teódulo López Meléndez  
viernes, 12 enero 2007


Poder Constituyente, división político-territorial y política comunicacional

No soy enemigo a priori de los cambios. Desde Introducción a la política (1969) –el primero de la treintena de libros que llevo publicados- asomaba que la división político-territorial de la república estaba hecha fuera de todo contexto de planificación del desarrollo y que era menester modificarla. En El venezolano amaestrado (1978) puse por escrito mis observaciones sobre la televisión. Una cosa sí mantengo: no se nos puede plantear a los venezolanos en una reforma constitucional lo que es competencia de un proceso constituyente. Una reforma, sometida a referéndum, no puede contener refundación del Estado. Es menester convocar a una Asamblea Constituyente y es un trasnocho andar diciendo que el pueblo es un Poder Constituyente dormido que se puede despertar a voluntad. Eso no es otra cosa que democracia tumultuaria y de la democracia tumultuaria se nutrió y se nutrirá Robespierre para poner a funcionar el invento del doctor Guillotin.

No ejerzo el aventurerismo para declararme antes de tiempo enemigo de la nueva estructura político-territorial que se nos propondrá. La espero y opinaré. Al igual que le tomo la palabra al ministro Jesse Chacón sobre el debate que convoca sobre el nuevo espectro radioeléctrico. ¿Cómo hago, ministro, para participar en esas discusiones? ¿Tendría usted a bien convocarme para que yo pueda seguir ese proceso y dejar allí mis ideas? Me encantaría que en la mesa de discusiones estuviese también el profesor Antonio Pasquali. Usted, al igual que yo en uno de mis últimos artículos, citaba el sistema europeo de televisión pública. Muy bien, revisemos la BBC, la RAI y la TVE. Veamos como se nombran sus directivas con minucioso equilibrio.

La catarsis no tumba gobiernos

La catarsis no tumba gobiernos. La catarsis puede ayudar a alguien individualmente, pero no produce efectos prácticos. Todos los sentimientos encontrados que puedan estar afligiendo a buena parte de la población deberán ser manejados con criterio. Todavía escucho esa detestable expresión “estoy cansado de política”. El avestruz mete la cabeza en tierra y con ello elimina el peligro. No necesitamos avestruces, necesitamos gente que entienda que ahora es cuando hay que practicar el ejercicio político inteligente. Pegar cuatro gritos en una manifestación es pura catarsis. Lo que el ciudadano debe desarrollar es una defensa constante, diaria, de sacrificio personal. Aún me llaman madres lloriqueando porque al hijo le dijeron tal o cual cosa en la escuela. Lo que deben hacer es dedicarse diariamente a los hijos, preguntar por las informaciones recibidas en el día, estudiar para poder darles las explicaciones correctas, para poder corregir los entuertos que encuentren. Más que nunca hay que mantener una comunicación con los hijos, explicarles los hechos políticos, informarles sobre lo que sucede, pedirles reflexionen sobre el país. La charla diaria de sobremesa, aquella que los venezolanos practicábamos antes del arribo de la televisión, debe regresar con toda su fuerza.

Hay que aprender a ser solidarios. La alienación encarnada en que ni siquiera conocemos a nuestros vecinos a quienes dedicamos un seco saludo al cruzarlos, debe dar rienda suelta a un conocimiento de nombres y a un intercambio de información permanente. Ese intercambio no debe ser para simplemente quejarse, para repetirse la paranoia, debe ser para hablar en serio, para concretar una reunión de análisis, no para pasarse rumores infundados o para burlarse de la alguna expresión escuchada. Podrían ir a participar en los Consejos Comunales y ver de cerca lo que sucede en la nueva organización de la gente.

Racionalidad y condescendencia

Algunos se asombran de lo que llaman mi “racionalidad”. Otros dicen que lo que propongo es una “condescendencia con el comunismo de Chávez”. Espero ansiosamente me digan cual debe ser el camino a tomar. Ya los veo esperando que un personaje que tiene desde el 3 de diciembre un show montado salga de una aparente clandestinidad a presentarnos las pruebas del fraude del 3 de diciembre y la lista de quienes “vendieron” la victoria de la oposición. ¿Qué es lo que quieren? ¿Un alzamiento en armas? ¿La instauración de una guerrilla urbana? Si eso es lo que quieren deben proceder y dejarse de hablar pistoladas. Digan y hagan lo que quieren. Allá ellos con su irracionalidad. Si andar repitiendo lo mismo creen que les da dividendos políticos tráguense la cucharada y asuman las consecuencias. Se habrán dado cuenta mis lectores que ya no hablo de oposición sino de “sector no oficial”. Para hacer oposición hay que tener racionalidad, para ir a la guerra hay que tener cojones y mucho me temo que estos “radicales” de papel sólo tienen una lengua suelta que no les da para más.

Contra los berridos de vírgenes plañideras

Cuando llegue el momento veremos lo que se nos propone y dejaremos muy clara nuestra posición, en cuanto al procedimiento y en cuanto a la forma. Si los procedimientos son anticonstitucionales habrá que diseñar una línea de acción, no como ya andan diciendo, que hay que abstenerse. Si votamos o nos abstenemos es una decisión que viene muy razonada. Me da la impresión de que los venezolanos cuando no deben votar votan y cuando deben no votan. Frente al paquete –lo he dicho mil veces- una condición esencial es el desglosamiento de las propuestas. Tengo la impresión de una oportunidad grande de que gane el “No” frente a la propuesta de reelección indefinida. Por eso es que la foto de Chávez está en cada cartel, en cada anuncio de obras, en cada esquina. Para hacerlo indispensable, en un aluvional culto a la personalidad que identifique al personaje como indispensable en su reelección indefinida para que los cambios prosperen.

Hay que abandonar el inmediatismo, hay que aprender a escuchar lo que se propone y no salir a pegar gritos de rechazo antes de tiempo, hay que aprender a manejar los tiempos políticos. Hay que producir análisis y contrapropuestas, hay que hacer una oferta y no berridos destemplados de vírgenes plañideras.

tlopezmelendez@cantv.net

 
 

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