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El sombrero de copas del
prestidigitador arruinado
por Teódulo López Meléndez  
jueves, 6 diciembre 2007


Lo más difícil que hay en el mundo parece ser la administración de una victoria. Para ser objetivos y veraces ningún dirigente importante del bloque del “NO” ha salido a hablar de más. Lo han hecho los outsiders, los que viven del escándalo, los que nada tienen sino un afán de permanecer en el escenario a costa de declaraciones altisonantes. Vamos a ver algunas recomendaciones que se les podría dar a estos entrometidos que meten la cuchara en la sopa: cállense, dejen a las Fuerzas Armadas en paz, dejen de inventar cifras, si había alguna trampa en perspectiva guárdensela para el futuro impedirlas, no especulen, no contribuyan a sombrear las futuras participaciones electorales.

Hay algunos que le piden la renuncia al CNE, incluyendo el editorial de algún diario y algún editor archiconocido. ¿Qué ganan con eso? Deben saber que si renuncian será la Asamblea Nacional la que nombre a los sustitutos. ¿Entonces? ¿Son ustedes especialistas en gastar pólvora en zamuro? ¿O son acaso unos desgañitados que se dedican a sacar conejos del sombrero de copa de un prestidigitador arruinado? Los intríngulis del retardo en el boletín del CNE los conocemos todos, pero al final estuvo allí. En política, como en los deportes, lo que vale es el resultado.

Ahora bien, una cosa que no se debe permitir es que el gobierno marque la agenda. Aquí a quienes hay que pedirle la renuncia es a los diputados de la Asamblea Nacional. El objetivo político es ese parlamento pírrico (con el perdón de Pirro, el primer griego que luchó contra Roma y que ganó muchas batallas sin ventaja pírrica). Lo es porque impide la ventilación y porque desde allí cualquier cosa puede esperarse.

No obstante, hay que decirle al país que la amenaza no ha terminado. Hay que aprender a discernir. Lo del presidente anunciando que la reforma puede volver a presentarse por otros proponentes puede tomarse como un desvarío, pero aquí a los desvaríos hay que prestarles atención. Sabemos perfectamente que en el texto constitucional se prohíbe de manera taxativa que una propuesta de reforma vuelva a someterse a consideración en el mismo período en que fue rechazada, pero sabemos de las decisiones complacientes. Es inimaginable el espectáculo de una nueva propuesta de reforma, de varios meses de discusión en esa cosa que algunos llaman todavía parlamento y la convocatoria de otro referéndum. Sería descabellado, alucinante, estrambótico, demencial, y terminaría en la más espantosa derrota del gobierno, pero hay que prestarle atención. Puede ser una alucinación que los psiquiatras deberían estudiar, pero también los dirigentes políticos.

El objetivo político es, a mi entender, la Asamblea Nacional, hasta para permitirle a los partidarios del gobierno que quieren cambios en todos los órdenes conseguir un escenario donde dialogar y hacer política. Con esa Asamblea Nacional los partidarios del gobierno (hay que abolir las expresiones “chavista” y “chavismo”) están sin oxígeno, en manos de tres mujeres delirantes sin cultura política y de ningún tipo.

El objetivo electoral son las elecciones de agosto. Hay que ganar muchas gobernaciones y alcaldías y dar una lección de apertura hacia el líderazgo juvenil emergente. Esa es una de las razones por la que no me gusta la Asamblea Constituyente, porque distrae esfuerzos, a menos que el gobierno se enloquezca aún más. Otra cosa es legislar en beneficio social, para lo cual nunca necesitaban de reforma y sobre lo cual tienen una mora agonizante estos estrafalarios que ocupan los curules de lo que hace tiempo fue un parlamento. ¿Mierda? Vaya escatológico Jefe de Estado que nos gastamos. A lo mejor la agrega a “Patria, socialismo o muerte”.

Finalmente un comentario sobre este artístico acto del alto mando militar. Si lo que quería el señor Chávez era negar las recomendaciones que se le dieron, no lo consiguió. Si lo que quería era hacer ver que su Ministro de la Defensa es un portentoso líder de las Fuerzas Armadas, no lo consiguió. Si lo que pretendían era que los venezolanos nos asustásemos, no lo consiguió. Si lo que pretendía era negar la ascendencia de Raúl Isaías Baduel sobre las Fuerzas Armadas, no lo consiguió. Si lo que quería era mostrarse como realmente es, lo consiguió ¿Es esto hacer política -pregunto a los partidarios del gobierno- o una clara muestra de extravío? Con esta habladera de paja le va a pasar como a los gatos, que de tanto lamerse se les congestiona de pelos el estómago. Nosotros tenemos en las manos los pelos y son de color “NO”.

tlopezmelendez@cantv.net

 
 

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