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NO 
por Teódulo López Meléndez  
sábado, 8 julio 2006

 

¿Unidad entre quienes representan las primarias? Es unidad entre un grupo de individualidades. Las primarias van a ser para elegir entre Manuel Rosales y Julio Borges. Seamos claros, los otros siete no tienen ni el más remoto chance de ganarlas, puesto que carecen de una organización mínima y en algunos casos les costará trabajo llevar a sus parientes a votar por ellos. ¿A quien representan los nueve aspirantes? Con absoluta certeza ni remotamente al total de la población oposicionista, la cual, mayoritariamente ha expresado de manera clara que de ninguna manera participará en la farsa del 3 de diciembre, decisión que han tomado porque es evidente, notorio, claro y preciso que aquí no se depurará el REP ni se darán otras garantías mínimas para votar libremente. A estas alturas estar pensando que, porque este sector minoritario de la población oposicionista elija de entre ellos uno solito, de golpe y porrazo se van a dar las condiciones es un absoluto absurdo. Entonces, ¿unidad entre quienes? Unidad entre dos candidatos minoritarios y siete gentiles damas y caballeros que colocarán en sus curriculum vitae que aspiraron a la candidatura presidencial. ¿Y a quién le importa? 

He dicho y repito: plantee la necesidad de elegir un candidato único que luchara por las condiciones electorales y que las primarias eran la mejor vía. Pero eso fue hace meses, considerando esta salida como una forma de organizar, de motivar y de movilizar, pero en política cuando las cosas no son posibles no se pueden mantener contra viento y marea. Hacer esas elecciones primarias en agosto es un desfase, un absurdo alargado en el tiempo, un recurso engañoso que desvía de la realidad de hoy. Además, ¿elegir entre Borges y Rosales para que luchen por las condiciones mínimas? Eso es darle un palo a un ciego. ¿O es que acaso hemos olvidado a Borges votando en las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre de 2005 aún contra la decisión de su propio partido de abstenerse? Para apoyar a un candidato se necesitaría que dijese claramente que está dispuesto a retirarse y Borges ha demostrado hasta la saciedad que quiere ser candidato en cualquier circunstancia. ¿Manuel Rosales candidato? ¿En qué condiciones participaría el que necesariamente tendría que convertirse en el ex gobernador del Zulia? Va a seguir la suerte de Enrique Mendoza que cuando perdió la gobernación prácticamente desapareció de la escena pública. Por ello estará dispuesto a vivir seis meses más, hasta el 3 de diciembre y carece de garantías que el juicio que le tienen montado no se lo reabran el día siguiente. 

Esto de las primarias es un caramelo con glucosa no apto para diabéticos. Es un nuevo engaño y un desvío de lo hoy vigente. Cuando dije de realizar primarias y de elegir un candidato único creo que tenía razón; argumenté que no se podía retirar de una elección presidencial sin tener candidato. Se aplastó esa idea, se saboteó de todas las maneras. Pues bien, eso terminó cuando el país decidió abstenerse el pasado 4 de diciembre. Lo motivó la desconfianza en los políticos y les impuso una decisión. Los voceros que hoy saludan entusiasmados que nueve venezolanos se han inscrito para participar en esas primarias son unos ilusos. No tienen el menor sentido político y su niñería nos va a traer serias consecuencias. 

No le estoy dando la razón a Teodoro. Petkoff ha sido víctima de su propia trampa. Creyó que Rosales y Borges estaban amarrados con su famoso y desvariado Pacto de Punto Móvil, creyó que atacando a “Súmate” impediría las primarias y jugó a la elección de lo que podríamos llamar “obvio candidato”. Todo lo de Teodoro no fue más que un tejido de tela de araña. Pero el único verdadero político de esta trama es Teodoro y no se suicidará en primavera como lo hará el que resulte electo, por un puñado de compatriotas ilusos, entre Borges y Rosales. Teodoro debe dejar de repetir que está dispuesto a apoyar a otro si tiene más respaldo que él, porque el flamante director de “Tal cual” debe saber perfectamente que su candidatura jamás estará por encima del que resulte electo en esa pantalla para bobos de las primarias, por la simple razón de que el “elegido” alegará “legitimidad”, aunque los votantes sean un puñado. La única salida de Teodoro, y se la recomiendo con amistad y sinceridad, es seguir adelante con su candidatura y, llegado al momento, plantarse frente al país y llamar a la abstención. 

Las ingenuidades que se las deje al Secretario General de COPEI. Enrique Naimes, un excelente experto en materia electoral, ha dado a conocer el informe más tajante jamás presentado sobre el REP: un millón ochocientos mil electores que viven en la misma casa, alrededor de siete millones de irregularidades, de dos millones inscritos nuevos en el REP en el 2004 más del 90 por ciento no tiene dirección y pare de contar. ¿Y que dice el joven Planas en la presentación de semejante bomba de tiempo? Dice que su partido está presentando este informe para que el CNE corrija las deficiencias. Realmente uno no  sabe ya que hacer con estos aprendices de políticos. Tiene uno derecho a preguntarse si son o se hacen. La única posible conclusión de ese extraordinario informe de Naimes era anunciar que COPEI no participaría en las elecciones de diciembre. Pero no, el flamante Secretario General ratifica la voluntad electoralista de su partido y recuerda que tiene en el “cura” Calderón a su pre-candidato presidencial.  

Mi respuesta frente a la convocatoria de primarias es un  NO rotundo que pongo en mayúsculas. He dicho que hay que hablarle al país con la verdad y esa verdad es que ya pasó el tiempo para la salida electoral, que el 3 de diciembre habrá elecciones presidenciales y que las ganará el presidente a quien, de paso, tratarán de complacer inflando lo más posible su votación para acercarse al mandato de los diez millones. Entonces, preguntará el ingenuo, ¿que quiere este López Meléndez, que nos las echemos al hombro y nos resignemos? Otro rotundo NO es mi respuesta. He presentado un programa inicial de resistencia civil y he llamado a los líderes que vendrán después de este drama infantil protagonizado por muchachos entusiastas que no calzan las botas para decirnos a los venezolanos como comportarnos, que se preparen a organizar una política coherente frente a la masiva abstención del 3 de diciembre. Yo no soy el líder de nada ni de nadie, ni pretendo serlo. Tengo la seguridad, eso sí, que después del desastre de la ingenuidad destrozada aparecerá un liderazgo que sabrá conducirnos. Tengo la absoluta seguridad que este país que nos vio nacer se salvará. No hay en mí ni un ápice de pesimismo ni de inacción. Cumplo con mi deber de decir las cosas y las seguiré diciendo.

tlopezmelendez@cantv.net

 
 
 
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