Inicio
¿Quién escibe?
Política
Internacionales
Fórmula 1
Reflexiones





Contacto:
























 

 

 

 

 


Subir

     

think tanks en el desierto
por Luis DE LION
Miércoles, 26 de Marzo 2003


El futuro de las relaciones internacionales depende en extremo de los dilemas de la superpotencia americana. Sin embargo, muy a pesar de la imagen de un Bush guerrero e irreflexivo, la política exterior americana obedece a un profundo debate de ideas y opiniones; en donde intervienen investigadores, periodistas, políticos y profesores universitarios. Es una tradición en Washington que los actores de dicho debate se sucedan en diferentes cargos dentro de la administración, al ritmo de la alternancia entre demócratas y republicanos.

En ese sentido, el Think Tank es una institución importante dentro del debate de la política exterior americana, que llena el vacío entre la teoría y el mundo de la acción. Los Think Tanks son una suerte de universidades sin estudiantes, que nacieron a principios del siglo XX, en plena era progresista. Pasando por la etapa en que los Estados Unidos comenzaron a tener responsabilidades mundiales, siguiendo por la fase de las recomendaciones operacionales, hasta la actualidad con los centros Nixon y Carter.

Obviamente el debate, no se limita a los Think Tanks, pero estos son sin duda los lugares privilegiados para la incubación de la política exterior americana.

La producción visible de los Think Tanks, está compuesta de libros y particularmente de artículos, tribunas y sites Internet. La no visible, circula a través de las redes de contactos personales en los niveles inferiores de la jerarquía, que influyen las decisiones de sus superiores. Las revistas especializadas en política exterior como Foreign Affairs y Foreign Policy entre otras publican las producciones de los Think Tanks; y para obtener un impacto inmediato lo más efectivo para un miembro que pretenda hacer valer su punto de vista e influir la toma de decisiones, es la publicación de un artículo en The New York Times o en el Washington Post.

Hoy cuando nos preguntamos, hacia donde van los americanos y justo cuando la opinión internacional pretende personalizar y reducir a la esfera petrolera la orientación de la política exterior americana; nada más falso que imaginarse un Washington monolítico, en el momento en que, el debate de ideas está en plena ebullición, entre neoimperialistas, neoconservadores, aislacionistas, wilsonistas y multilateralistas.

Debate por cierto que no se da ni en Bagdad, ni en París.

Ya veremos como la arena del desierto iraquí afecta a las corrientes del pensamiento que nutren a la política exterior americana.