El
gobierno cubano del presidente Raúl Castro ha dado dos pasos
silenciosos, pero decisivos: autorizar la venta de semillas,
herbicidas y herramientas a los pequeños agricultores
privados, y levantar la prohibición de adquirir productos
electrónicos, como computadoras, videocaseteras y, en fin,
material de la revolución importante del momento, la
digitalización.
Esto equivale, por encima de la retórica revolucionaria, a
promover la producción de alimentos y abrir las puertas a la
globalización. Ambas noticias, obtenidas de fuentes
oficiales y de la prensa cubana, fueron difundidas este mes
de marzo 08 por la agencia Reuters.
Mientras primitivos voceros del populismo o de la izquierda
del siglo 21, piden radicalizar procesos al estilo
revolucionario cubano, el actual gobierno de Habana pide
inversion extranjera y dialogo apropiado con Washington, no
con Bush.
Ya en el acto del 26 de julio 07,el entonces líder en
ejercicio, Raúl Castro, reitero la disposición cubana al
dialogo con EE.UU.-no con Bush-, y abrirse a las inversiones
extranjeras, a la tecnología y al mercado. Recientemente, se
informo en medios norteamericanos que pese al bloqueo y al
lenguaje amenazante de Bush, cuba adquirió el 07, 600
millones de dólares en alimentos de EUA, pagados en cash.
Y el capital extranjero, con toda su parafernalia, procede
de naciones con economía neo-liberal. Cuba, desde luego,
plantea sus reglas de juego, pero esta dispuesta a aceptar
las vigentes en el comercio y las finanzas de la globalidad.
Recientes contactos directos con autoridades de la Unión
Europea, ratificaron el nuevo interés cubano. Entretanto,
empresas petroleras de Brasil, India, Venezuela, China y
Europa, inician planes para la exploración de hidrocarburos
en aguas caribeñas, dentro de los limites cubanos. Otras
empresas, norteamericanas, esperan ansiosas que el próximo
gobierno de Washington, levante el bloqueo
económico-condenado internacionalmente-, a la isla
revolucionaria.