Virtualmente
desde la tumba, el ex presidente Gerald Ford dijo que el no
hubiera ido a la guerra con Irak como lo hizo el presidente
Bush.
El y sus principales colaboradores han cometido un gran
error con las justificaciones que ofrecieron para lanzarse
en ese conflicto, dijo Ford en una entrevista con el
implacable periodista del Washington Post, Bob Woodward, el
periodista tumbador de presidentes. Se atribuye a su
cobertura investigativa del escándalo político de Watergate
, el haber acorralado a Nixon, frente a la opinión publica y
la consecuencia fue la caída del presidente Nixon por
renuncia antes de ser acusado constitucionalmente, juzgado y
seguramente enviado a la cárcel.
La entrevista con Ford se grabó en el 2004, con la
condición, puesta por Ford, de que no se publicara hasta
después de su muerte. Ford murió a los 93 anos, el 26 de
diciembre del 2006. Al día siguiente, el AEL Post publicó la
entrevista En la misma Ford critica a Bush por haber
iniciado la guerra sin argumentos que realmente la
justifiquen. También tuvo críticas severas para Dick Cheney
y Donald Rumsfeld. Este era secretario de Defensa de Bush,
pero ya renunció. Cheney se mantiene como vice, sometido a
criticas de todos los sectores y una posible acusación
constitucional.
Lo sfunerales de 4 de días de Ford, fueron el solemne
acontecimiento de fin de año. Su breve paso de menos de tres
años por la Casa Blanca fue destacado por dos
acontecimientos históricos de su gestión, el perdón a Nixon
y la retirada de tropas de Vietnam, dos acontecimientos que
traumatizaban a Estados Unidos. Se le recordó como un hombre
sencillo que llegó a la Casa Blanca por accidente y
mecanismo de sucesión constitucional, desde la cámara de
Representantes. tomó decisiones que requerían gran coraje,
como admitir la derrota militar de la superpotencia. Por
todo el boato de los funerales, incluyendo representantes de
las poderosas fuerzas armadas, las opiniones de Ford se
pueden considerar como post-mortem. Bush entró brevemente en
la realidad con un plan de expansión belicista que ya
enfrenta critica y rechazo, dentro de EUA y en el mundo
entero. Ya Ford está en la Historia, mientras Bush trata
desesperadamente de entrar en ella. Su previsible fracaso
será, inevitablemente, su propio cadalso como figura
histórica.