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supremamente extemporaneo
por Luis DE LION
Martes, 6 de Mayo 2003


Es sorprendente como el autosuicidio se ha convertido en hábito para algunos de nuestros políticos. Pareciera un ritual. Una gran mayoría de venezolanos, razonables, conscientes de ésta y de las crisis pasadas, ve con estupor como nuestra clase política, le rinde culto a Chacumbele.

Es cierto, es normal, es sano que en la oposición existan corrientes, opiniones, ideas, que pueden llegar a oponerse entre sí; no en balde la Coordinadora Democrática es la madre de todos los chiriperos. Pero peor sería, que dicha Coordinadora no existiera. Sin embargo, la misma debe tener un credo, un norte, que le permita en las grandes y difíciles circunstancias como la actual, cuando estamos todos entre la espada y la pared, jugar cuadro adentro y bien cerrado.

Todo lo contrario a Salas Römer, quien acaba - cómo diría el arrogante Chirac - de desperdiciar una excelente oportunidad de quedarse callado la boca. Ocasión para guardarse por ahora sus ambiciones - legítimas por lo demás - ; de haberlo hecho, habría ganado una nada despreciable plusvalía electoral, una vez cruzado el puente del revocatorio.

En efecto ha pasado ya un año, desde el 11 de abril 2002, y desde entonces el gobierno en medio de una administración catastrófica, sin embargo ha sabido jugar cuadro adentro, ha movido con habilidad sus fichas, y ha logrado mantener la nariz unos milímetros fuera del agua. Qué entierro tan anunciado.

Ante ese escenario, qué sorpresa, en lugar de terminar de hundirle la cabeza, vemos como uno de los presidenciables, dice que él es candidato a las próximas elecciones y de paso, que la Coordinadora Democrática - que según él nació en su oficina - carece de visibilidad y la misma nos estaría llevando directo al precipicio. Si hay algo imperdonable en un estadista, es la falta de prospectiva y madurez política; tanto que la arrogancia pasa a un segundo plano.

La falta de visibilidad, estimado candidato Salas Römer, en la actualidad es algo que afecta, no solo a Venezuela sino al mundo entero. Muchas cosas parecieran estar al revés. Si usted, lo ve todo clarito, es usted un iluminado.

Venezuela, está sumergida en una tormenta social, institucional, económica, política y hasta fronteriza; y en medio de ese mare mágnum, su candidatura Salas Römer, es algo supremamente extemporáneo.  

Tal y como están las cosas, si algo se estaría alejando de nuestro camino, son las elecciones, esas hacia las que usted se dirige sin haber pasado por go.  Justo en el momento en que lo que nos conviene es una oposición seria y sostenida, sobretodo cuando se dispone y se cuenta con la mayoría, aunque frágil, desanimada y desorientada, pero mayoría ande o no ande.

Los venezolanos, lo que pedimos es democracia, institucionalidad, justicia, empleo, seguridad, educación, salud, entre otras cosas. En estos tiempos de crisis aguda, cualquier gesto extemporáneo y peor aún, en solitario; estará inevitablemente condenado al fracaso. Remember Carmona. Ello puede ser frustrante para el soñador y corajudo, hombre político que sin duda, Salas Römer representa, pero así está la cosa de fea.

Esperando tiempos mejores, el pragmatismo, hoy más que nunca impone cerrar filas en torno a un fin común, que está allí, y que se llama Referéndum revocatorio.