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Vuelven los superhéroes de historietas
por Roberto Palmitesta


Las historietas de aventuras han fascinado a varias generaciones de jóvenes desde hace más de un siglo, primero en los fascículos o suplementos y luego en series de cine o televisión. En los años 40 y 50 eran numerosas las series en blanco y negro que los muchachos veían en las pantallas del cine, semana tras semana, con héroes fantasiosos como Superman, Batman y Capitán Maravilla. Luego, con el auge de la televisión pasaron cómodamente a la pantalla chica, pero ahora están volviendo a la pantalla grande con enormes inversiones que se recuperan en pocas semanas, ante la afluencia de públicos juveniles que llenan las salas, quizás para alejarse de sus hogares y hacer vida social en teatros y autocines. Todo es parte del lucrativo negocio del cine-entretenimiento, donde los estudios pueden hacer grandes fortunas en poco tiempo –con pocos riesgos, gracias a los videos y derechos de tv- y varios de los héroes de comiquitas han superado en receptividad incluso a las películas más serias y publicitadas.

Después los recientes éxitos de taquilla de películas con personajes de historietas como El Hombre Araña y Daredevil , le tocó el turno a un extraño personaje –producto de los experimentos fallidos de un científico- que provino de historietas de los años 60 y que vimos aquí en blanco y negro en la televisión en los años 70. Hulk, y que llega a la pantalla de plata a todo lujo gracias a un presupuesto de unos 150 millones de dólares, que ha permitido aprovechar al máximo los fantásticos recursos de animación. En Hulk la novedad es que se integra un personaje digitalizado en medio de actores en carne y hueso, en una extraña fusión de animación computarizada con la acción actuada, aunque esta técnica le resta cierta ‘humanidad’ al violento gigante.

Ciertamente, no es la primera vez que se injertan los personajes virtuales de comiquitas en secuencias con actores reales. Los cinéfilos recordarán el clásico de Disney Fantasía , de 1940, donde el ratón Mickey le daba la mano al director de orquesta Leopold Stokowki cerca del final. En la década de los 50, ciertos filmes de la MGM mostraban el ratoncito Jerry bailando junto a Gene Kelly, mientras la esbelta Esther Williams nadaba como una sirena junto a delfines y pulpos animados. Ocasionalmente se produjeron películas con muchos recursos de animación, como los Siete Viajes de Simbad y Pulgarcito, pero por décadas los dos medios se mantuvieron relativamente separados, hasta que en 1989 la película ¿Quién engañó a Roger Rabbit? perfeccionó –gracias a los avances de las computadoras- el arte de integrar los personajes animados en escenarios reales, bajo la dirección de un ex asistente de Spielberg, Robert Zemeckis.

En Hulk los efectos especiales han llegado a una sofisticación tal que el forzudo gigante verde se desempeña como un actor más en la peripecia, con una interacción tan bien sincronizada con los personajes reales que casi nos hace pensar que estamos frente a un actor disfrazado y bien maquillado. La tecnología de animación y creación de personajes digitalizados está avanzando tan rápidamente que se vislumbra en el futuro películas muy realistas pero sin actores humanos. Entonces, todo dependerá de la habilidad de los artistas de la animación frente, quienes armados con teclado y mouse pueden dar vida a los más fantasiosos personajes con su experto manejo del software existente. La tendencia está incluso preocupando a los sindicatos de actores y extras de Hollywood, que temen ser sustituidos algún día por personajes animados, los cuales serían preferidos gracias a una asistencia puntual, una impecable actuación y pocas pretensiones en cuanto a salario y prestaciones. Las nuevas estrellas serían entonces los técnicos en animación computarizada, que pueden recrear ambientes muy difíciles de construir en estudios y generar personajes que hacen hazañas increíbles sin ningún peligro, para alivio de las compañías de seguros.

La trama de Hulk sigue siendo, al igual que en las historietas, bastante fantástica, como toda aventura de ciencia-ficción. Gracias a una droga inyectada y radiaciones accidentales, el científico Bruce Banner se convierte en un irascible destructor ante el acoso de la sociedad y las fechorías de los villanos. Con su fuerza sobrehumana el antihéroe Hulk reacciona violentamente, desarticulando de paso los planes de malhechores, pero todo se arregla al final, regresando milagrosamente a ser el apacible y sensato científico. Con veladas denuncias sobre los riesgos de la ciencia descontrolada, Hulk es una muestra de una ciencia-ficción para jóvenes de los tiempos actuales y una versión moderna de Dr. Jekyll y el Sr. Hyde, libro donde Stevenson quiso sugerir que todos tenemos nuestro aspecto maléfico, el cual llegamos a exhibir en ciertas circunstancias si somos provocados. Cualquier espectador se identifica con una persona acosada que reacciona como uno quisiera hacerlo ante las frustraciones del entorno social, desahogándose en el cine como si estuviera en el consultorio de un psiquiatra. Aunque esencialmente una trama para gustos masculinos, Hulk es un personaje que exhibe cierto atractivo también para el público femenino, ante al fuerza sobrehumana de Hulk, que se asocia a una extrema virilidad en caricaturas picarescas en revistas como Playboy y Penthouse.

En el aspecto cinematográfico, Hulk es considerado por los críticos como un producto escapista apenas regular, aunque cuenta con un elenco de lujo, pues además del novel intérprete de Banner (el australiano Eric Bana, visto por Blackhawk down) tenemos a actores de la talla de Nick Nolte, Sam Elliott y la talentosa Jennifer Connelly (la de Una mente brillante), todos bajo la experta dirección del taiwanés Ang Lee ( laureado por El tigre y el dragón), quien utiliza ciertos recursos afines a las comiquitas impresas para parecerse lo más posible a éstas. Como dato curioso, el Hulk televisivo Lou Ferrigno aparece brevemente como un personaje normal, para retar a los que lo recuerdan, y no faltaron críticos que comentaran su mayor credibilidad, superior al del gigante digitalizado de la superproducción actual, que luce bastante artificioso a pesar de la habilidad de los animadores de computadora.

Ante el boom de taquilla que representan estos personajes fantásticos, los productores de Hollywood están planificando hacer nuevas películas con otros superhéroes en el futuro inmediato, extrayéndolos del amplio catálogo de comiquitas de las empresas de historietas Marvel y DC. El éxito de las series de Superman y Batman -dos de los filones más rentables de la historia-, le ha dado impulso a esta tendencia, que ya luce imparable y que seguramente seguirá vigente por mucho tiempo. El hombre araña, fue el filme más taquillero del 2002, con unos $400 millones recaudados hasta la fecha y Daredevil ya recuperó su inversión y se espera que llegue a los $200 millones este año, aunque tiene bastante competencia con las secuelas de The Matrix y X-men. Hasta ahora Hulk ha demostrado su potencial de atraer bastante público a las salas, al romper el record de recaudación ($64 millones) de este año en un su primer fin de semana en los cines de EE.UU., por lo que se está pensando en una secuela con el mismo equipo de realizadores y actores.

Por lo visto, los estudios están contando siempre más con los sofisticados laboratorios con sistemas tipo CGI (Computer Generated Images) de empresas especializadas como Dreamworks y Sony. En este momento, se está proyectando llevar a la pantalla a nuevos héroes, como Catwoman, un personaje que vimos en un episodio de la serie Batman, entonces interpretado por Michelle Pfeiffer. Asimismo, siguiendo la táctica de la serie Star Wars, también se está planeando regresar a los orígenes del mito de Batman, con aventuras ambientadas en los primeros años del ricachón convertido en el hombre-murciélago. Otro personaje de comiquitas, Sub-mariner -medio hombre y medio anfibio- pronto llegará a las pantallas, impartiendo justicia en ambientes acuáticos. Luego, para ser equitativo y ‘políticamente correcto’, Hollywood no piensa descuidar al público de raza negra y planea sacar pronto a otro héroe de suplementos dominicales, Pantera Negra, con el forzudo Wesley Snipes, a quien ya vimos personificando astutos policías en varios filmes. Y hay docenas de héroes adicionales cuando se agoten estos personajes, así que nunca faltarán temas y caracteres fantásticos para explotar en el cine.

Lo que más temen los productores es que pueda haber eventualmente una saturación de superhéroes y los espectadores dejen de asistir masivamente a las salas –como lo hacen ahora- aunque esto es poco probable en vista de la creciente popularidad de estos fantasiosos héroes, que proclaman subliminalmente la invencibilidad de los ‘justicieros norteamericanos’. Así que seguramente los cineastas y marketers de Hollywood buscarán la manera de enriquecer argumentos, mostrándonos en el futuro previsible vistosos héroes con asombrosos poderes, anteriormente en el dominio de las historietas impresas, pero ahora apropiados lucrativamente por el cine para seguir atrayendo a los multitudinarios públicos juveniles, ansiosos del entretenimiento escapista que proveen estas películas.

rpalmi@yahoo.com