El
presidente Chávez, en su campaña para que el pueblo acepte
su propuesta de la reelección indefinida o continua, afirma
que en los países democráticos de Europa existe la
reelección indefinida. Sin embargo, se le olvida mencionar
que el sistema de gobierno en la casi totalidad de los
países europeos es el sistema de gobierno parlamentario.
Este sistema, simplificando un poco, se caracteriza por la
figura de un Jefe del Estado, que puede ser un Presidente o
un Monarca, símbolo de la unidad nacional y, por tanto, “por
encima de las partes”, con poderes muy limitados, pero con
una enorme “auctoritas” institucional, que le da una
relevante influencia política, particularmente en momentos
de crisis. El Jefe del Estado “reina” pero no “gobierna”. El
Jefe del Gobierno, generalmente llamado Primer Ministro,
gobierna con el apoyo de la mayoría parlamentaria. El Primer
Ministro debe renunciar al perder la confianza del
Parlamento y será sustituido por otra persona, que tenga el
apoyo de la mayoría de los legisladores. El sistema
parlamentario prevé la posibilidad de elecciones generales
anticipadas, cuando el Parlamento no logra resolver la
crisis política. Por tanto, es verdad que un Primer
Ministro, puede ser reelecto mientras mantenga o reobtenga
la mayoría en el Parlamento, pero también no tiene ningún
período de tiempo asegurado en el gobierno, porque aunque
esté recién electo, si pierde el apoyo de la mayoría de los
parlamentarios, puede cesar en sus funciones. Además, en
Europa, el Poder Ejecutivo está dividido entre el Jefe del
Estado y el Primer Ministro, y el Poder Judicial y los
órganos que hacen las funciones de nuestras Fiscalía General
y Contraloría General son independientes e integrados por
funcionarios verdaderamente de carrera. En cambio, en los
países de sistema presidencialista, como el venezolano,
donde el Jefe del Estado y el Jefe del Gobierno son la misma
persona, con períodos presidenciales fijos asegurados, el
poder del Presidente es mucho mayor, máxime en el caso
venezolano actual donde el Ejecutivo ha confiscado todas las
demás instituciones del Estado. Por eso, en los sistemas
presidenciales rige el principio de la alternabilidad y la
posibilidad de la reelección es limitada. El continuismo es
una característica endémica de los regímenes caudillistas
que han asolado la America Latina, desde la independencia.
Por eso los mexicanos hicieron la revolución contra Porfirio
Diaz al grito de:” Sufragio efectivo, no reelección”.