Hay
preocupación en el país. El 2008 será un año de cuidado. Los
tres Caballeros del Apocalipsis están “cabalgando”: la
inflación más alta de América Latina se está acelerando, el
desabastecimiento en los productos básicos de la canasta
familiar se hace cada día más insoportable y la inseguridad
está llegando a niveles espantosos, en 1998 los homicidios
no llegaron a 5000, en el 2007 casi se alcanzó la cifra de
18.000. El propio ideólogo del Socialismo del Siglo XXI,
Hans Dieterich, en un artículo, explica claramente como la
regulación de precios y la incapacidad del Estado en la
distribución de productos son las causas fundamentales del
desabastecimiento, como la inflación se debe básicamente a
las consecuencias de una política monetaria expansiva
juntamente con una reducción de la producción nacional, por
falta de incentivos. Dieterich sugiere que, si se quiere
evitar un desastre electoral en las elecciones regionales de
fin de año, el gobierno debe embarcarse urgentemente en un
programa de importaciones masivas de productos básicos, pero
que su distribución debe ser hecha primordialmente por el
sector privado, dada la incapacidad e ineficiencia del
sector público. Yo le agregaría también la desatada e
incontrolable corrupción de los funcionarios estatales, que
parecen querer raspar la olla, antes del próximo descalabro.
PDVSA, la “gallina de los huevos de oro”, la están
desplumando aceleradamente. La producción petrolera baja, el
gobierno no les paga a sus contratistas, que se ven
obligados a reducir personal y el “ritmo” de las obras.
Mientras tanto, la megalomanía y la paranoia del caudillo
cada día son más delirantes. Las fumosidades ideológicas lo
alejan de la realidad. Estamos enfrentados a nuestros dos
socios comerciales más importantes: los EEUU y Colombia, que
inteligentemente no responden a la continua andanada de
insultos y desplantes. La asociación con la narcoguerrilla
terrorista de las FARC es ya evidente. Ahora se puede
entender el sibilino final de la famosa carta de Chávez al
Chacal: “Con profunda fe en la causa y en la misión !por
ahora y para siempre!” Después de la derrota electoral del 2
de diciembre, el Mesías carismático está herido gravemente,
por tanto se hace más peligroso, agresivo e impredecible. El
nombramiento de una comisión de alto nivel para investigar
el supuesto asesinato de Bolívar y la propuesta de crear una
Fuerza Armada con Bolivia, Nicaragua, Cuba y la isla de
Dominica, para enfrentar al Imperio, desafían la cordura y
el sentido del ridículo. Hay preocupación en Venezuela.