Salven a Haití de los                "Tonton Macoute"
por Ted Córdova-Claure
domingo, 22 feb 2004

Hoy no se sabe quien invadirá primero Haití, para salvar, una vez mas, al presidente Jean Bertrand Aristide y el sistema democrático que, por primera vez, sobrevive en ese país de la isla Hispaniola, que tiene valor estratégico en el Caribe.

El carismático y ciertamente problemático ex sacerdote católico Aristide, se ha puesto una vez mas en el primer plano noticioso, y por tanto, en dolor de cabeza para Washington, una vez mas.

De hecho, Aristide ya rechazó, la posibilidad, sugerida por el secretario de Estado, Colin Powell, de que el presidente haitiano negocie su salida antes del 2006, que es cuando termina su periodo. Al final, aceptó reticentemente un plan de paz apoyado por Washington y el pronto llamado a elecciones. Pero se negó a negociar con los rebeldes armadas que calificó de "terroristas" usando el término muy en boga en la política norteamericana. Esta condición de Aristide fue aceptada por el grupo de intermediarios encabezado por diplomáticos de EE.UU.

Al rechazar la oferta de Powell para negociar su salida y recortar su periodo, Aristide dijo que lucharía hasta morir.

Es que Powell, el primer secretario de Estado negro de Estados Unidos, parece no entender que, después de todo, Haití fue la primer república de raza negra, que se independizó de Francia después de que un ejército de ex-esclavos derrotó a las fuerzas napoleónicas y británicas en 1798; cientos de haitianos ex esclavos lucharon por la independencia norteamericana, junto al general francés Lafayette, que ayudó en momentos críticos al precario ejército de la revolución americana que comandaba Washington. Y además es un poderoso centro de difusión cultural, mental y espiritual (música, vudú y magia negra) que se proyecta regionalmente, sobre todo en USA y Canadá.

Muy especialmente, el vudú, que es popular y estudiado en New Orleans y Montreal.

Boston, por otro lado, es un intenso centro musical, desde allí se difunde la música popular haitiana, el “kompas”, Esta en la Internet (metrocompas. com).

Ya una vez, en 1990, Aristide pidió que lo salvaran. El entonces presidente Clinton envió 20 mil marines y cumplieron su objetivo. Salvaron a Aristide y el remedo de democracia. Pero Aristide hizo un mal gobierno, el pueblo haitiano no vio esperanzas de salir de su miseria y el descontento fue creciendo., a lo que se agregó la corrupción del entorno presidencial. Durante un tiempo, la ONU mantuvo un destacamento policial, que incluyó, entre otras, fuerzas de carabineros bolivianos, que protegieron a Aristide y mantuvieron el orden eficazmente. Estas fuerzas, estaban comandadas por el hoy general de carabineros Roberto Pérez, que comanda hoy un destacamento anti-drogas, bajo el gobierno del presidente Carlos Mesa. Pero, en cuanto la ONU retiroó sus fuerzas, volvió a cundir el desorden en Haití.

Otro dilema se le plantea a Washington que, entretanto, ya envió una misión militar y de observación para evaluar la situación. Si no van los marines, Francia podría enviar contingentes de sus cercanas colonias de Guadalupe y Martinica o incluso, enviar “paras” de la Legión Extranjera. O también Naciones Unidas podría optar por los “cascos azules”.

El viernes, 19 de febrero, todavía seguían los choques armados entre rebeldes y  fuerzas del orden, con un saldo que este Jueves 18 de febrero, ya sumaba mas de 60 muertos, Aristide dijo que, si era necesario, resistiría hasta morir. Powell, sin mucho entusiasmo por el gobernante haitiano, comentó que, otras naciones interesadas en Haití, como Francia y Canadá, también esperaban que, si fuera necesario, Aristide debería negociar su partida prematura, solución ya corriente en Latinoamérica, especialmente con gobernantes que caen en el vértigo tentador de la corrupción desde el poder, como ya ocurrió reiteradamente en los últimos años. Ver los casos de Argentina, Bolivia, Perú y Ecuador.

Para Washington es otro dilema porque la oposición rebelde está conformada por militares corruptos que Aristide expulsó y por resabios de las temibles bandas de “tonton macoute”, paramilitares de los tiempos de la dictadura de papa doc Duvalier y de su hijo baby doc, que hoy vive un exilio dorado en Francia.

Por otro lado, existe una oposición civil, que se siente temerosa de que, al caer Aristide, tome el poder un grupo derechista encabezado por Louis Jodel Chamblain, conocido matón que regresó del exilio, aprovechando la coyuntura.

Charles Baker, cabeza visible de la oposición civil rebelde dijo con sorna, refiriéndose a la supuesta proposición de Powell; ¿con quién negociarán la salida de Aristide, con Chamblain o con nosotros? Imprima el artículo Subir Página