Hablar
de la Educación, reconocida como el proceso de instrucción y de
creación de valores éticos y morales, en la Cuba comunista es
una tarea bien engorrosa y compleja. Hacerle entender a
cualquier persona lo que ha sucedido con esta actividad social
tan importante y como ha sido manipulada en Cuba es muy difícil
y de hecho hacer un estudio serio y profundo conlleva mucho
tiempo y dedicación. Algún día, Dios mediante, emprenderé esa
tarea, ahora solo pretendo hacer un breve recuento que permita
entender que la cacareada educación que el gobierno cubano
promulga como uno de sus grandes logros no es mas que una de las
vías de sometimiento a las que son expuestos los cubanos.
Durante 30 años formé parte del sistema de educación cubano,
desde el nivel de aula hasta el nivel de provincia, fui
partícipe de todo el proceso de transformaciones de la educación
cubana, como alumno primero y como pedagogo después, hasta el
año 2003 estuve en esa actividad. Tengo casi todos los elementos
de cómo funciona la educación en Cuba.
El sistema de Educación y el sistema de Salud fueron desde el
primer momento las actividades de valor social que la Revolución
triunfante priorizó. Comandantes del Ejercito Rebelde de toda la
confianza de Fidel Castro fueron puestos al frente de ambas
carteras. No fue casualidad que se priorizaran estas dos
actividades, son las mas dolorosas de las sociedades
subdesarrolladas. A la vez que le hacen ver al pueblo las buenas
intenciones de la Revolución las utilizan como una vía para
comenzar el régimen doctrinario de una nueva ideología. Esa
fórmula, para ellos muy vigente, la vemos hoy, a 46 años de ser
aplicada por Castro, en Venezuela. Son como patentes de corso
para violentar los derechos mas elementales con que viene al
mundo cada ser humano.
En Cuba el primer paso fue nacionalizar el sistema educativo.
Inmediatamente pasó a ser propiedad del estado, se crearon
escuelas, cientos de escuelas, entre ellas los cuarteles del
antiguo ejército de Batista como muestra del futuro de paz y de
tranquilidad que prometía la Revolución. Nuestro ingenuo pueblo
no se percataba como se creaban también miles de prisiones para
reprimir cualquier intento contra el nuevo régimen. Se
eliminaron las escuelas de corte religioso y se declaró el
carácter ateo de la educación cubana, se convirtió en un estigma
ser religioso de cualquier denominación que no fuera la
”marxista”, si, porque se trató que la devoción por Dios que
sentía la sociedad cubana pasara a profesarse por Fidel Castro.
Se crearon planes emergentes de Maestros como la Escuela Anton
Makarenko, Minas de Frio y muchas más. Jóvenes de las provincias
orientales de Cuba fueron arrancadas de su tierra natal y
traídas a La Habana en base a un Plan del gobierno para ser
educadas en oficios, muchas de esas demoraron muchos, muchos
años para volver a ver a sus padres, otras no los vieron jamás.
Se pretendía contrarrestar la prostitución y otras malas
prácticas de esas jóvenes en sus pueblos. Habría que ver lo que
ocurrió en las zonas de Miramar y en los albergues donde vivían,
y que eran las residencias de los ricos del antiguo régimen.
Miles de casas y valores se destruyeron en aquella locura en
nombre de la educación y que no fue mas que la creación de
antros de corrupción. Aunque a decir verdad lo que quería el
gobierno se cumplió, de allí salieron los primeros nuevos
revolucionarios, educados en la destrucción , la corrupción y el
irrespeto por todo lo que no les pertenecía.
Para las nuevas escuelas hacían faltas nuevos maestros. Los
anteriores existentes no tardarían mucho en percatarse de las
nefastas intenciones del nuevo gobierno y no responderían a sus
intereses. Miles de jóvenes deslumbrados por los “héroes”
rebeldes se presentaron voluntariamente para desarrollar la
Campaña de Alfabetización con la cual se pretendía alfabetizar
en solo unos meses a miles de cubanos. Luego de este primer paso
comenzaron los planes masivos de formación de maestros
emergentes que salían a impartir clases sin ninguno o muy poco
nivel técnico y con un mínimo de conocimientos de las
asignaturas que debían impartir, pero, eso si, con el nivel de
fanatismo que el Comandante requería para iniciar el proceso de
destrucción de valores de la sociedad y de la familia cubanas.
En 1969 comenzó el vía crucis de la juventud cubana con la
inauguración de las primeras Escuelas Secundarias Básicas en el
Campo (ESBEC) y posteriormente los Institutos Preuniversitarios
en el Campo (IPUEC).
Estas escuelas constituyeron, y constituyen todavía, la base del
sistema educacional cubano y, paradójicamente, son la mayor
evidencia del fracaso de ese sistema. No podía ser de otra
manera dada la falta de razonamiento científico – pedagógico y
social con que fueron concebidas, sólo se tuvo en cuenta una
valoración política, bien retrógrada por cierto, pero que ha
sido la que ha primado en Cuba para todo lo que se ha hecho, sin
ánimo de exagerar, hasta para inseminar una vaca.
Las ESBEC se constituyeron tomando como fundamento una
concepción martiana que decía que un niño debía ...“manejar por
la mañana el cuaderno y por la tarde la azada” donde el Apóstol
resaltaba el valor del trabajo en la formación del ser humano.
Nunca, en ninguna parte de su extensa obra dijo que eso debía
hacerse totalmente desvinculado de su familia y desarraigado de
su hogar y del lugar donde nació. Muy pronto este sistema de
escuelas en el campo se llamó la concepción martiano - marxista
de la educación.
Veamos, sin ánimo repito, de hacer un análisis muy profundo,
donde radicaban las principales dificultades de este absurdo
sistema.
Es bueno decir, para conocimiento de las personas que no
tuvieron contacto con aquello, que los niños ingresaban a las
ESBEC con ¡11 – 12 años!, con esa edad eran separados de su
familia. ¿Qué características tiene el desarrollo psicológico de
un niño de esa edad, totalmente dependiente de sus padres?.
Nunca se analizaron a la hora de establecer esas escuelas, o mas
bien, se obviaron. Lo que ocurría con esos niños únicamente lo
sabemos los que trabajamos en aquellas escuelas y que en aquel
momento apenas nos percatábamos de lo que estaba ocurriendo, de
hecho, teníamos unos pocos años mas que los mismos alumnos, sólo
cuando fuimos madurando nos dábamos cuenta del desastre en que
estábamos participando.
Los niños llegaban a la escuela con cierta motivación y con
cierta alegría. El ingreso a la Escuela en el Campo era aceptada
en principio por ellos como una aventurita, todos sabemos que a
esa edad los niños son muy dados a las aventuras sin mirar,
desde luego, mucho mas allá de sus narices. Cuando pasaban unos
días, pocos días, la aventurilla comenzaba a hacerse pesada; se
extrañaban a los padres y hermanos, la comida que hacía la mamá,
su cama,
el barrio, la posibilidad de jugar luego del regreso de la
escuela. Se unía a la nostalgia por su casa y familia, ya de por
si suficiente para crear una crisis emocional en el niño, la
agresividad del medio. En la escuela había niños de todas las
extracciones sociales, familias desde delincuentes hasta
religiosas, el robo de las propiedades era inmenso, a veces
estimulada por las mismas familias que carecían en sus casas de
los recursos que se le entregaban a los niños en la escuela como
toallas, sabanas, mosquiteros, tenis, zapatos etc. Generalmente
los niños mas grandes, mas fuertes y los de actitudes mas
negativas, provenientes de familias con grandes problemas
sociales eran ubicados como jefes de albergues que llegaban a
funcionar como verdaderas galeras de prisiones aplicando
castigos a los demás niños como tenerlos formados, parados en
atención hasta altas horas de la madrugada, golpizas, limpieza
de baños y cientos de castigos mas que una mente infantil
retorcida, con la anuencia de los adultos que dirigían la
escuela, podía crear.
A esta situación le agregamos el régimen escolar que se
orientaba implantar y que para que fuera educativo debía ser
“férreo”, levantarse a las 6.00am, desayuno de 6.15 a 6.45am,
inspección hasta las 7.00am, un acto político llamado matutino a
las 7.05am, clases a partir de las 7.15 am para una mitad de la
escuela que inicialmente eran de 520 alumnos, la otra mitad para
el trabajo agrícola, estos regresaban entre 10.30 y 11.00am y si
tenían agua se bañaban y se preparaban para almorzar y comenzar
las clases a la 1.00pm. La otra mitad, o sea la que estaba en
clases terminaba a las 12.05 pm, almorzaba y salía para el
trabajo agrícola, regresaba a las 4.30 pm, se bañaban y
comenzaba el estudio a las 5.30 pm hasta las 7.30pm. A esta hora
comenzaba la comida que a veces terminaba sobre las 9.00 pm. A
las 10 pm era oficialmente la hora de dormir, pero, a esa hora
comenzaba a funcionar un submundo de abusos, robos y agresiones
entre ellos mismos que a 35 años de implantado ese sistema
educativo ha llegado al extremo de cobrar decenas de vidas de
esos niños a manos de sus propios compañeros, también por
accidentes de camiones y carretas en los que se trasladan al
campo, caídas de los aleros de los edificios mientras se
trasladaban a los albergues de hembras en busca de relaciones
sexuales o simplemente a observar desnudas a sus compañeras,
ahogados en ríos y presas cercanos a la escuela etc. Se pueden
mencionar muchos problemas mas que decoraban
el mundo de las ESBEC y los IPUEC y que un niño de entre 11
y 17 años tenía que enfrentar como por ejemplo profesores y otro
personal de aseguramiento sin la adecuada preparación que hacían
atrocidades y que eran activos elementos del proceso de
corrupción que se desarrollaba en las escuelas donde la
promiscuidad sexual era horrenda y la descomposición moral
inmensa, la mala calidad de las construcciones cuyas
instalaciones hidráulicas, sanitarias y eléctricas solo
funcionaban unas semanas y cuando mas unos meses, todos los
edificios tenían filtraciones por los techos, paredes, pisos y
las heces fecales navegaban dentro de los dormitorios y
pasillos. Los equipos instalados eran de países del área
socialista en su mayoría, por lo que eran de pésima calidad y se
rompían sistemáticamente. A principios la comida era aceptable,
cuando pasaron unos años se convirtió en un desastre. Con el
paso del tiempo las escuelas se fueron deteriorando y ya el
gobierno no tenía, como al principio, recursos para arreglarlas
y los cursos iniciaban en un estado desastroso, los niños desde
que llegaban iniciaban una verdadera guerra por sobrevivir.
Muchas de estas escuelas tuvieron que ir cerrando y los alumnos
reubicados en las que aun mantenían mínimas condiciones lo que
provocó entonces un fenómeno de hacinamiento en que escuelas
concebidas para 520 alumnos llegaron a tener 700 y más. Hoy
muchas de estas construcciones abandonadas y vandalizadas, donde
solo queda el hormigón, se levantan en medio de los campos de
cítricos, también abandonados y destruidos, como mudos testigos
del fracaso de un sistema educacional que no sólo no educó a
nadie sino que destruyó todos los valores morales y éticos de
generaciones enteras pero que hoy sigue siendo reconocido por
los absurdos fanáticos del gobierno como un logro de la
educación cubana, lógico, siendo una idea de Fidel Castro nadie
se atreve a criticarla.
Miles de niños, obviamente, desertaron de las escuelas, no
podían resistir esas condiciones de vida. Esas cifras eran
manipuladas, nunca se decía la verdadera y se hacían todo tipo
de presiones incluida la represión sobre los niños y los padres
que permitían que los hijos abandonaran las escuelas, llegaba el
dramático momento en que los padres tenían que elegir entre
perder al hijo o hacerle frente a la represión que podía
derivarse de llevárselo de la escuela lamentablemente no pocos
prefirieron perder al hijo.
Esas son, a grandes rasgos las características, del programa
insigne de la educación cubana, pudiéramos decir, desde el punto
de vista material, ese era el medio donde se desenvolvían los
niños, ahora bien ¿cuáles eran las verdaderas motivaciones de la
implantación de este sistema?, ¿por qué esa enfermiza idea de
separar a los niños de su familia a tan temprana edad?.
El gobierno de Castro, muy irónicamente, reconoce en la
Constitución que la familia es el núcleo fundamental de la
sociedad y donde se gestan las primeras y mas importantes
influencias educativas en los niños. Sólo que parece que la vida
infantil concluye a los 11 años de edad y que a partir de ahí ya
la familia cubana no esta apta para seguir educando a los niños,
ya a partir de esa edad el núcleo fundamental de la sociedad son
las escuelas que es lo mismo que decir que el gobierno.
Como decía, detrás de la creación de las ESBEC y los IPUEC y
detrás de todo el sistema educacional cubano lo que hay es un
interés político. Se supone que mientras mas corta sea la
influencia de la familia en los niños mas larga será la
posibilidad de llevar a cabo lo que allá se llama trabajo
político e ideológico y que no es mas que el proceso de
adoctrinamiento marxista que existe desde que surgió el
comunismo como sistema. Ellos consideran a la escuela como la
vía idónea para lograr que las futuras generaciones mantengan el
sistema y por tal motivo es donde mas tiempo deben permanecer.
En las escuelas se desarrolla lo que se llama el Plan de
Actividades de Desarrollo del Trabajo Político e Ideológico y en
el cual se plasman y desarrollan todas las campañas políticas
que los ideólogos del gobierno inventan, la mayoría de ellas
inspiradas en conflictos reales o ficticios con los Estados
Unidos. Estas sórdidas campañas se desarrollan a través de
actos, reuniones, plenos, conversatorios, estudios de discursos,
la TV y el
video etc. Son realmente absurdas y obsesivas y para
tranquilidad de muchos, están bien lejos de lograr lo que el
gobierno quiere, realmente la juventud las odia y participan en
ella porque no les queda otro remedio y el no hacerlo los
estigmatiza para en un futuro aspirar a carreras universitarias.
Con esas campañas orquestadas a lo loco, sin un análisis
psicológico de hasta donde puede provocar rechazo esa
reiteración de lo mismo, ni cuan contraproducente pueden ser
dado que la política no forma parte de los intereses de la
infancia ni de la adolescencia, el régimen está, como dice el
refrán, comprando soga para su propio pescuezo. Soy testigo de
las expresiones de los jóvenes cada vez que son citados para un
acto político. Últimamente se ha tomado la modalidad de anunciar
que, luego del acto, va a actuar un grupo musical de popularidad
que logre que los jóvenes asistan y se mantengan en el acto. Es
claro que todo lo que se repite aunque sea bueno, que no es el
caso del trabajo político e ideológico, llega a aburrirse.
La esencia de todo está en que el sistema educacional cubano
siente que es mas importante y mas necesario para los niños que
su propia familia y sobre esa base actúan, separándolos desde la
mas temprana edad posible de una influencia que, para el
gobierno, puede ser cada vez mas negativa en la medida que mas
cubanos se
van percatando del engaño a que han sido sometidos. Hace 3
cursos comenzó un plan, en este caso con las secundarias básicas
urbanas, porque Castro consideró que los niños estaban saliendo
muy temprano de la escuela y se dedicaban a “mataperrear” en la
calle y orientó que los alumnos no salieran a mediodía de la
escuela sino que estuvieran en ella hasta las 5.00pm. Como no
tenía forma de darle un almuerzo ( por falta de recursos debido
al bloqueo imperialista,!bendita justificación! ) sencillamente
le da una merienda constituida por un pan con una especie de
fritura dentro y un vaso de 5 oz de yogurt de soya, esto en la
edad del desarrollo físico, cuando un niño necesita la mejor
alimentación.
De todas formas los planes no le han salido a Castro y sus
ideólogos como ellos lo habían concebido. La creación del
“Hombre Nuevo” inspirado en el ejemplo del Che Guevara (Dios nos
salve) y que no iba a ser mas que un incondicional autómata
dominado por una élite seleccionada por el propio régimen se fue
a pique con la caída del campo socialista, toda su educación con
su sistema doctrinario, incluida la superioridad del socialismo,
se convirtió en una bufonada de la cual se ríen hoy hasta los
mismos niños. Aunque Fidel Castro se deshizo tratando de darle
una explicación lógica a la hecatombe socialista sólo logró
convertirse en el hazmerreír de los cubanos y del mundo entero.
La Juventud cubana ha desarrollado un mecanismo de defensa
mediante el cual sus oídos se cierran cada vez que comienza un
acto político, no importa quien lo presida, y los vuelven a
abrir cuando comienzan a sonar los compases del grupo musical
por el cual estuvieron allí todo el tiempo. Durante mi época
como trabajador de la educación en Cuba, sobre todo en los años
posteriores al 1996, cuando concluía un acto, minutos después,
llamaba a algunos estudiantes y les decía....”háblame brevemente
de algunos temas de los que se refirió el principal orador de la
actividad” era increíble que ninguno recordaba, sólo balbuceaban
frases incoherentes que se mantenían en algún remoto lugar de su
subconsciente. Eso lo repetí muchas veces y salvo mínimas
variaciones siempre obtenía el mismo resultado. Lo repetí en
varias escuelas y siempre con las mismas respuestas, pero lo
interesante era que cuando le preguntaba a los profesores, que
se suponía que después analizaran el discurso con los alumnos,
estaban casi en las mismas.
En fin, es claro que las campañas
van a seguir, cualquier bobería es buena para ello pero ya
ni estas ni la cacareada acción político-educativa de los
docentes que, me consta, en su inmensa mayoría tampoco creen en
Fidel ni en el socialismo podrá hacer mucho por levantar la
deteriorada imagen de un sistema que exhibe como un gran logro
del socialismo venderle, a 46 años de su triunfo, una olla
eléctrica a la familia cubana.
La imagen de la Revolución Cubana y de su sistema educativo,
principal vía de trabajo político e ideológico, es la de un
anciano balbuceante agitando tontamente una banderita de papel,
el deterioro de ambos va a la par.
El profesor Rafael Rodríguez es un exilado
cubano residente en
Puerto Rico
quien salió de cuba el año pasado y trabajó como director de
escuela superior en Cuba por 30 años.
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Artículo publicado en la revista digital: http://www.netforcubaenespanol.org/ |
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