A
una semana de los acontecimientos, personas bien informadas
e “impresionables” -que no se dejan presionar, según la
Gramática Parda del chavismo-, sostienen los siguientes
puntos sobre lo ocurrido el 2 de diciembre:
Primero.- A las 5 de la tarde del domingo, el Gobierno sabía
que había perdido por un margen superior a los 10 puntos.
Segundo.- El estamento militar puso en conocimiento del
Presidente de la República la necesidad de que reconociera
inequívocamente su derrota, en vista de la actitud de los
estudiantes, quienes, apoyados por amplios sectores de la
población, preparaban protestas simultáneas en varias
ciudades del país. La Fuerza Armada no está en capacidad
física de manejar una situación de ese tipo.
Tercero.- El Presidente reaccionó con un estallido de cólera
que causó perjuicio patrimonial a la nación por valiosos
objetos dañados y dejó huellas en las manos del Jefe del
Estado.
Cuarto.- El Consejo Nacional Electoral retuvo los resultados
hasta coordinar su declaración con el Presidente, hecho lo
cual hizo el anuncio de que escrutados el 80% de los votos
la reforma constitucional había sido rechazada por un margen
apenas superior al 1%, el cual sin embargo consideraba
irreversible. Inmediatamente después, el Presidente de la
República habló a la nación ratificando el resultado y su
irreversibilidad.
Quinto.- Unas declaraciones del ex ministro Baduel
felicitando a la Fuerza Armada por su actuación la noche del
día electoral reactivaron la cólera del Presidente, quien
exigió al Alto Mando Militar que desautorizara al ex
ministro. El actual ministro de la Defensa procedió a
complacer al Presidente con una rueda de prensa. Desautorizó
las declaraciones de Baduel, mas no en forma satisfactoria
para el Presidente, quien, visiblemente descompuesto,
irrumpió en el acto, desplazó al ministro del uso de la
palabra e hizo acusaciones de traición obviamente dirigidas
a gente de su entorno. Amenazó conque de todas maneras
pondrá en práctica el contenido de la reforma constitucional
rechazada en las votaciones del domingo. También amenazó con
una modificación de los resultados que antes calificó de
“irreversibles”. En su exposición el Jefe del Estado hizo
una innovación de alcance mundial en el vocabulario propio
de las declaraciones presidenciales, utilizando cuatro veces
la palabra mierda (excremento animal), para referirse al
resultado electoral y otros hechos que le disgustan.
Sexto.- El CNE incurrió en sospechoso retardo para organizar
sus números de manera que coincidan con el anuncio de
“victoria pírrica” hecho la noche del domingo. Ante esta
rara circunstancia expertos recuerdan que al sistema de
computación electoral usado en Venezuela el CNE lo ha
publicitado como uno de las más rápidos del mundo.
Séptimo.- Los partidos de oposición y sus dirigentes
guardaron prudente silencio sobre la tardanza del CNE y se
abstuvieron de responder las declaraciones del Presidente,
tarea que asumió el general Baduel, quien exhorta a no
enchinchorrarse, pues la amenaza de cambiar la Constitución
sigue vigente.
Octavo.- Hay público enfrentamiento entre grupos y
personalidades oficialistas, con comentarios inquietantes
sobre la suerte de Diosdado Cabello, Ronald Blanco La Cruz,
Freddy Bernal, Jorge Rodríguez y otros dirigentes a quienes
se responsabiliza por la derrota.
Resumen.- Dentro de su purgación por haber hecho presidente
de la República (en 1998) a un teniente coronel de
paracaidistas raspado en el Curso de Estado Mayor, los
venezolanos no gozarán del descanso navideño.
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Artículo publicado originalmente en el diario El
Nuevo País |