Inicio | Editor | Contáctenos 
 

Sociología para un buen guerrillero
por Rafael Corro
lunes, 110 marzo 2008


Cuando estudiaba sociología del conflicto, ninguno de mis dos profesores - ambos colombianos - osaban hablar de “el guerrillero como actor”. A mí siempre me pareció pertinente, pero por el respeto de la cátedra nos limitábamos a escuchar teoría sobre los movimientos sociales y luchas armadas. En las clases se discutían textos como “Revolución y rebelión” de Charles Tilly, “Sociedades y Terrorismo” de Michel Wieviorka, “Terorismo y modernidad” de Paul Wilkinson, “El terrorismo contra el Estado” de Bertrand Badie, “Las Estrategias Comunicacionales y la construcción de la identidad y los efectos del zapatismo en el espacio publico mejicano” de Elin Emilson, los movimientos urbanos en Brasil y finalmente, la “Reflexion sobre el nacimiento de las guerrillas colombianas” de Daniel Pecaut. Confieso que estos textos, por el contenido y rigor documental, nos  hacían soñar con un cambio positivo. Hoy en día su lectura es urgente en Venezuela. 

De Cinismo nunca nos hablaron, nos hablaron de hombres, de ideas, de respeto, de estrategia, de la Convención de Ginebra, de la ética de la comunicación y de sus límites. En fin fue un buen curso. Entre estudiantes se hablaba de Afganistán y del guerrillero como un elemento de transformación social. Entre ellos Ahmed Chah Massoud, el comandante Massoud,  comandante de la Alianza del Norte de Afganistán, una guerrilla que luchó contra la ocupación soviética y contra el régimen de los talibanes. Su sobrenombre de “León de Panchir”, provincia del este del Afganistán, que traducido del persa al español significa el que guía espiritualmente, lo convirtió en una leyenda . Musulmán convencido, nunca se apartó de su religión para acabar con los mismos musulmanes extremistas. En julio de  2000 recibió una delegación de mujeres y firmó la carta de derechos fundamentales de la mujer afgana. Por su estilo elegante y de buen estratega, lo llegaron a invitar al Parlamento Europeo de Estrasburgo en el 2001, por iniciativa de su presidenta de la época, Nicole Fontaine. El comandante Massoud fue asesinado el 9 de septiembre de 2001; dos días antes que tumbaran las torres del World Trade Center. En muchas oportunidades denunció el peligro que constituía Osama Ben Laden. En 2003, el correo francés crea una estampilla con su efigie. Es la única personalidad extranjera que ha recibido ese honor.   

Su respeto por las mujeres fue una constante en su vida. Su esposa Sediqa Massoud escribió un libro en su honor. En este libro, ella hace un recuento de sus conversaciones con Massoud, los proyectos de sus hijos y de su país. Massoud nunca secuestró mujeres, ni traficó con drogas. Podríamos escribir más sobre sus logros en el plano de la resistencia, de su hermano; actual vice presidente de Afganistán, de sus negociaciones con Andropov y la búsqueda de la paz. Pero lamentablemente la inversión de valores es tal en Venezuela, que se llora a los delincuentes, se esconde a los narcos, y se aplaude a los traidores que financian a las Farc. La invitación es pues a revisar una disciplina apasionante como la sociología del conflicto para digerir el cinismo del gobierno venezolano, su apreciación de un guerrillero, líder negativo como lo fue Raúl Reyes y la posibilidad de crear en cada uno de nosotros un transformador social.      


© Copyright 2007 - WebArticulista.net - Todos los Derechos Reservados.