El
análisis de políticas públicas intenta cuestionar la acción
pública. La evaluación de una política se presenta como la
última etapa que cierra el ciclo de una política o como la
fase que impulsa una nueva dinámica. Ante la irracionalidad
de la acción pública en materia de educación en Venezuela,
es oportuno preguntarse, cual es el referencial o el
objetivo de esta nueva idea de “transformación”. Esta
semana encontramos sendos textos. Según Carlos Crespo, el
nuevo modelo de currículo de educación es un cóctel político
e ideológico [1]. El rol de las ideologías es finalmente el
recurso simbólico, en la elaboración de construcciones
intelectuales que preceden a la emergencia, a la afirmación
y a la puesta en marcha de una política. Es evidente que en
nuestro caso de estudio la evaluación de políticas
educativas debería estudiarse al final del proceso. Sin
embargo, la evaluación puede acompañar la ejecución
administrativa. El problema es que muchos critican las
políticas públicas pero nadie las evalúa. El Sistema
Educativo Bolivariano tiene tres siglas S.E.B. Y muchos
errores.
Desde siempre ha
habido en nuestro país un vacío entre la programación
legislativa y la realidad de ejecución. La evaluación tiene
un doble propósito medir y por ultimo juzgar. No pongo en
duda la capacidad del Sanedrín que dirige la comisión de
educación de la Asamblea Nacional. Ni la sabiduría del que
creó semejante ideario bolivariano, pero según una
licenciada en educación [2] se refiere, cito : a el Árbol
de las Tres Raíces (Bolívar, Zamora, Simón Rodríguez),
Pensamiento Humanista, Fundamentos teóricos conceptuales
sobre el pensamiento Complejo de Edgar Morin Teoría
Histórico Social de Vigoski, Teoría del sistema en la
Sociedad, El Estado Docente de Prieto Figueroa, la Pedagogía
del Oprimido Paulo Freire, los Paradigmas Educativos
(Conductivismo, Cognitivismo, Constructivismo y Teoría del
Desarrollo Próximo), la Información y Comunicación . El
Desarrollo Holístico, Humanístico e integral del Ser Humano,
la Deontología Educativa, basada en la ética y la moral, la
formación del pensamiento basado en el desarrollo liberador,
democrático, participativo, con equidad y calidad,
transformador, permanente e integral, Supremacía del hombre
por encima del capital, un ser pensante, con valores firmes
concibiendo una forma nueva de existencia. La evaluación
busca precisamente identificar el desfase con la realidad.
Este segundo
texto fue publicado en un sitio del gobierno y muestra la
propuesta aprobada por la mayoría de los venezolanos. No
obstante, el 70% de las materias antes citadas no han
impedido, concretar lo que es con lo que debería ser. Para
evaluar hay que observar criterios como pertinencia,
eficacidad, eficiencia, y economía que aunque esta en la
misma lógica se refiere a la puesta en marcha. Solo compara
los recursos invertidos. Los miembros de la Comisión deben
conocer todo, supongo, dichos expertos pocas veces están en
capacidad de dominar la producción de recursos intelectuales
que se presentan en la negociación colectiva. Pero por los
vientos que soplan, y por la discusión que tiene
desconcertada la opinión publica actualmente, esta claro que
ellos no dominan ni las variaciones de la retórica política
global, ni las controversias que animan el medio del
Pedagógico, o del Magisterio. Mucho menos las evoluciones de
esta nueva cultura política, mas que los procesos de
definición y de recomposición de grupos profesionales
organizados.
Los debates de
políticas públicas de educación deberían analizarse como la
conjunción de procesos distintos de la construcción de la
realidad social. Lo global y lo sectorial debe definirse
separadamente. Esto conduce a una afirmación, puede haber
una política pública de educación sin objetivo como es el
caso del S.E.B y evidentemente no es una imagen de la
realidad social. Lo que hoy es un enfrentamiento de ideas
impulsara una nueva dinámica.
[1] Crespo, Carlos. La política en secundaria, Tal
Cual, 03/04/08
[2] Bustos, Luz Marina. Sistema Educativo Bolivariano,
Aporrea.org 05/04/08