Vista
la expedita, poco documentada y en consecuencia borrosa opinión
que la tarde del Lunes 16 de agosto dieran los observadores
internacionales; a través de la cual señalaron que sus resultados
coinciden con los ofrecidos por el CNE, podría llevarnos a pensar
que a la Fundación Carter y la OEA se les olvidó que su misión era
la de observar prudentemente, sin presiones, ni apremios el buen
desenvolvimiento del proceso electoral en su totalidad. Certificar
tan prematuramente la actuación del CNE, fue a todas luces un acto
expeditivo e innecesario. En el ambiente quedó el sabor de unos
observadores imprudentes que parecían mas prestos a retirarse, que
a certificar de manera argumentada el supuesto buen
comportamiento, del ente electoral.
En
consecuencia, quedaron muchas interrogantes, a saber: ¿Por qué a
los observadores les dio por certificar la actuación del CNE,
cuando éste organismo de manera flagrante le colocó trabas y
saboteó la participación de uno de los actores del proceso?
¿Los observadores, no vieron como el CNE se tardó de manera dolosa
en entregar las credenciales a los miembros de mesas
representantes de la oposición y en otras ocasiones simplemente
los destituyó, retardando y obstaculizando con ello la instalación
de un gran número de mesas de votación?
¿Por qué el presidente Carter señaló el propio domingo mientras
visitaba centros de votación, su grata impresión al ver las largas
colas de votantes; será que el observador Carter no notó que
dichas largas colas se debían principalmente al saboteo que bajo
la figura de una operación Morrocoy implementó el CNE a lo largo y
ancho del país? ¿Sabe Carter lo que es una operación Morrocoy?
¿Por qué la fundación Carter y la OEA, avalan el anuncio hecho de
madrugada y en solitario por el presidente de un órgano colegiado
como lo es el CNE, anuncio que reflejaba unos resultados los
cuales previamente habían sido considerados como fraudulentos por
dos directivos de dicho órgano electoral?
¿Cómo puede César Gaviria, pedirle a la oposición que aporte
pruebas del supuesto fraude, cuando él mismo sabe muy bien y le
consta que a los representantes de la oposición, desde siempre se
les impidió el acceso a las salas de totalización y escrutinio
ubicadas en la sede del ente comicial, acceso por cierto,
igualmente negado a dos directivos del propio CNE?
Mientras los venezolanos esperan pacientemente, a que éstas y
muchas otras interrogantes mas les sean respondidas; hemos visto
como las evidencias comienzan a florecer, y lo que los pesimistas
veían venir, se hizo realidad – por ahora - , lo que los mercados
bursátiles pregonaban y anhelaban en materia petrolera, llegó a
sus bolsillos desde el mismo lunes en la mañana; los que creían
que el presidente Chávez enviaría un mensaje conciliatorio al país
político, se quedaron con las ganas; y a los millones de incautos
ciudadanos, cansados de las largas colas del domingo, defraudados
y desconcertados, los cobardes colegas de Gouveia les enviaron la
tarde del mismo Lunes un mortal y disuasivo mensaje, nuevamente
desde la Plaza Altamira, lugar en donde estos criminales
oficialistas se empeñan en dejar su impronta sangrienta.
¿Quién
observa a los observadores?