Juan Páez Avila, caroreño por
más señas, es maestro de juventudes como profesor
universitario, director de la Escuela de Comunicación
Social de la UCV. Es, además de periodista, un consagrado
escritor a través de sus cuentos (ganador del premio
nacional de cuentos de El Nacional) y de sus novelas. La
última es ésta que comentamos hoy: Hombres de Petróleo,
Juan Páez fue parlamentario, miembro de la Comisión de
Energía y Minas. En esa posición pudo estudiar, y observar
directamente, los orígenes de la industria petrolera, lo
que fue la concesión Valladares y el tratamiento que Gómez
y sus acólitos le otorgaron a esa riqueza recién
descubierta. Conoce en detalle la forma como se
adelantaron los Contratos de Sevricios, la nacionalización
de la industria y la apertura petrolera. Adquirió un
dominio de cómo operaba la industria y sus principales
gerentes en diferentes etapas de la explotación de los
hidrocarburos y del gas.
Relata Juan en una entrevista
concedida al semanario La Razón:
“En el planteamiento central intento contrastar la labor
que hizo la meritocracia integrada por un grupo de
ingenieros y técnicos, altamente calificados, para
construir una empresa petrolera del primer mundo, y lo que
pasó después, una vez finalizado el paro petrolero, cuando
PDVSA pasó a manos de políticos, dirigidos por los
seguidores del presidente Chávez” Y agrega: “.. para
evitar que sea un ensayo y lo que hago es montar un relato
en una estructura de novela”.
Juan recrea al lector con una
serie de personajes que se mueven en el ámbito de la
industria . Presenta cómo es su vida diaria, en el
trabajo, en el hogar, en sus amores, en sus diversiones.
Desfilan los personajes construidos con gran pericia.. Son
retratos hablados que expresan con vehemencia sus
pensamientos, sus negocios. Sobre esto último Juan
evidencia un conocimiento al detalle de las turbias
negociaciones, de las comisiones que llevan implícita la
corrupción que se prolonga hasta el presente con los
hombres y mujeres de la robolución.
Juan Páez es un luchador
social desde su adolescencia . Esa fibra la descorre a lo
largo de estas páginas cuando no sólo se refiere a los
hombres de petróleo, a la huelga petrolera, sino a las
luchas universitarias, al período de la lucha armada de
los años sesenta cuando el autor de la novela participa en
ella y sufre sus consecuencias con años de prisión.
Juan logra su objetivo: con
pinceladas de primera mano conduce al lector por la vida
de los Hombres de Petróleo y por un período que jamás se
olvidará cuando un autócrata militar procede a barrer con
lo mejor de la industria (más de 20 mil despedidos entre
gerentes, técnicos y obreros especializados, desmantelando
una estructura industrial que le había costado a la nación
años y años de estudios, preparación y experticia).
Vale la pena recomendar la
lectura de HOMBRES DE PETROLEO de Juan Páez Avila, mi
amigo, mi compañero de luchas.