La soberbia de Chávez no tiene
límites. A planteamientos procedente de su propio campo
planteando la necesidad de un diálogo algunos dirigentes
de la oposición han respondido en forma positiva. Lo han
hecho en concordancia con exigencias que el movimiento
estudiantil ha colocado con gran fuerza en el debate
nacional. Han reivindicado la urgencia que dos bloques
sociales tienen que relacionarse a base de la Constitución
que proclama el pluralismo y que Venezuela es y será para
siempre democrática. Los resultados del 15F han ratificado
con contundencia que no admite otras interpretaciones que
la sociedad venezolana ha profundizado esa división. Con
todo el ventajismo, con el uso desmedido del poder, de
todo el Estado en función del capricho de perpetuarse un
hombre en el poder, más de 5 millones le dijeron NO.
Hemos sostenido a lo largo de
varios años que uno de los problemas de Chávez es que no
sabe qué hacer con más de 4 millones que son reconocidos
como adversarios por el propio oficialismo en cada
elección en la que se ha participado.. El 15F esa cifra es
más de 5 millones. No ha podido a lo largo de estos 20
años “pulverizarlos”, ni aplastarlos. Allí están:
erguidos, exigiendo respeto a la Constitución, exigiendo
el reconocimiento a su derecho a vivir en paz, en
democracia. Allí están indoblegables rechazando una
autocracia militarista que abusa descaradamente de su
poder en el TSJ, en la AN, en el CNE; en la fuerza armada,
en los aparatos paramilitares que crea para el empleo de
la violencia y de la segregación de la mitad del país. Son
más de 5 millones que están bloqueados para las misiones,
adulterando el sentido social de éstas cuando las confina,
para mantener cautiva su audiencia, a quienes se coloquen
una camisa roja y asistan obligados a los actos oficiales.
Es el rechazo más elocuente a esa fantasía de Venezuela
roja-rojita. El 23N se derrumbó: Zulia, Táchira, Carabobo,
Miranda, Nueva Esparta y la Alcaldía Mayor se zafaron del
autócrata y por mandato popular deben gobernar los electos
en esas regiones. Solicitan el cumplimiento de la
Constitución, coordinar con el gobierno nacional, que se
reúna el Consejo Federal de Gobierno para planificar cómo
debe ser la cooperación en las diversas esferas del poder
para satisfacer las necesidades mas apremiantes de una
población que, como dijo el Alcalde Metropolitano Antonio
Ledesma, es la que está pidiendo cacao.
Quién actúa de espaldas a la
realidad se da con las puertas en las narices.. Los
venezolanos queremos vivir normalmente, trabajar,
estudiar, divertirnos, viajar, todo en paz Queremos que se
cumpla con la Constitución. Y que nos respetemos.