El régimen está colocado al
margen de la Constitución. Esta dice en su artículo 7 ”La
Constitución es la norma suprema y el fundamento del
ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos
que ejercen el Poder Público están sujetos a esta
Constitución”.
Se le ha modificado en su
estructura básica cuando se niega el carácter alternativo
y ahora se desconoce el mandato de una República
descentralizada, cuando se procede a una cada vez mas
excesiva centralización en manos del poder ejecutivo. Se
atropella a diestra y siniestra lo relativo a los poderes
regionales y municipales. El artículo 164 es categórico
cuando define las competencias de los Estados. Por
ejemplo, en su ordinal 10 señala: “La conservación,
administración y aprovechamiento de carreteras y
autopistas nacionales, así como puertos y aeropuertos de
uso comercial, en coordinación con el Ejecutivo Nacional”,
Esto en lo referente a las atribuciones correspondientes a
los Estados y Municipios. No ahondaremos en este
comentario lo atinente a los Derechos Sociales: sobre la
contratación colectiva, sobre la huelga, sobre la libertad
sindical, vulnerados en épocas de bonanza al retardarse
durante años la firma de contratos en petróleo,
electricidad, el metro de Caracas, las empresas de CVG,
para citar algunos. Se quiere que sean los trabajadores
los que paguen la crisis y que durante la bonanza no
hubiesen recibido nada procedente de esos altos ingresos,
al mismo tiempo que se regalaba o “donaba” a países
extranjeros cantidades fabulosas de dólares.
Lo que rige es la ley de la
selva O mejor, los caprichos de un hombre que en sus
ansias de poder aspira a concentrarlo todo al considerar a
Venezuela como un cuartel donde el ordeno y mando es lo
que prevalece.
No se toma en cuenta para nada
la existencia de una disidencia, ni que gobierna una
minoría si asumimos que solo un tercio del electorado es
el que sufraga, con todas las ventajas del Estado, a favor
de esta autocracia. Encierra peligros que una minoría
trate de imponerle a una mayoría un modelo de vida
contrario a la Constitución (en las políticas públicas
Chávez es minoría, según registran todas las encuestas al
preguntar sobre el modelo cubano o la propiedad, para
medir dos materias que están en la orden del día del
régimen). Se actúa ignorando “al otro”. El ejemplo alemán
es paradigmático. Se procede con un espíritu de venganza
cuando se desconoce la victoria de la disidencia. Se
agudizan los conflictos de gobernabilidad. La tendencia es
hacia la conformación de una amplia mayoría que entierre
los odios, las confrontaciones primitivas, que respete la
Constitución y apunte en la dirección de vivir en un país
civilizado Venezuela reclama convivencia democrática,
derrotar los odios y vivir en un piso democrático, de
libertad y justicia social.