Es evidente que Chávez está
abusando de la sociedad venezolana. Luce como un individuo
obsesionado por el poder. No tiene recato alguno para
exhibir su carácter autocrático y militarista. Coloca a un
lado disposiciones Constitucionales y proclama a los
cuatro vientos su autoritarismo y personalismo que lo
remite a la época de los caudillos que en el siglo XIX y
XX reformaban la Carta Magna cuantas veces les daba la
gana para perpetuarse en el poder. Estas actitudes no
democráticas se aprecian no sólo en nuestro país sino
fuera de él.
Podríamos traer a colación
numerosas referencias que respaldan la conclusión
anterior, pero nos parece muy contundente el juicio no de
un pitiyanqui ni agente del imperialismo, como suele
descalificar Chávez incitando al odio, a todo aquél que
diverja o contraríe sus conductas y opiniones. Se trata de
un compañero de su “amado” Chonsy del internacionalista
norteamericano Chalmers Jhonson. Veamos lo que e3xpresa e
mima entrevista que aparece en la separata de la revista
EXXITO, NÙMERO 41, 2008¨
“Pero poco a poco se han
presentado casos que sugieren que las cosas no andan mal-
Que Brasil, el mayor país, haya electo un gobierno
progresista es un signo positivo. Lo mismo sucede en otros
países. Esto aterroriza a los Estados Unidos por la
pérdida real de dominio. Por otra parte creo que Chávez
está yendo demasiado lejos. Aunque tiene fortalezas
económicas muy considerables. En particular el petróleo, y
todavía goza de un amplio apoyo popular necesita un mejor
desempeño en lo interno. A veces me gustaría decirle:
“Chávez, podrías avanzar mucho más si gastaras menos
tiempo dibujando dianas a tu espalda. Le estás pidiendo a
tu pueblo que se rebele contra tí”.
Y eso es lo que acontece. Una
rebelión cívica que utiliza el arma del voto para derrotar
sus pretensiones continuistas.
No deseo terminar estos
comentarios sin hacer alusión a “ese desempeño” a lo
interno. Quisiera ver a un Chávez compitiendo en igualdad
de oportunidades, sin la utilización descarada de todos
los recursos del Estado a su favor. A esa popularidad
habría que restarle el ventajismo presidencialista. Y ya
veríamos cuáles son sus respaldos reales. Por el momento,
a pesar de los pesares, todo indica que NO ES NO. Y que
una mayoría hastiada de tantos abusos coloque las cosas en
su lugar. Chávez debe dar paso en enero del 2013 a la
alternabilidad en el poder. Y para ello la disidencia debe
presentarse como alternativa democrática y pacífica.