El pasado 24 de julio se ha
producido un nuevo anuncio contra la Constitución
Nacional. Se trata de la exigencia de Chávez de aprobar
aceleradamente las “leyes revolucionarias” que vendrían a
sumarse a toda una legislación írrita que contraviene el
texto democrático de la Carta Magna. No es un detalle
cualquiera el que está en marcha. Es proseguir por un
camino totalitario, de autocratismo (todos los poderes en
manos de un hombre) y de autoritarismo (toda la vida de un
país regido por los caprichos de un autócrata).
Elevar el grado de
organización y de combatividad a la resistencia a este
camino de arbitrariedades es un imperativo del momento. La
destrucción de las Instituciones y del aparato productivo
para implantar un modelo de sociedad que entra en abierta
contradicción con los postulados de la Constitución obliga
a la más amplia unidad nacional. No estamos en presencia
de la agresión contra un partido o contra un sector
social, sino el atropello contra toda una sociedad que no
se resiste a ser dominada en la forma como lo quiere el
caudillo militar.
En la base de estas tropelías
se encuentra una lectura equivocada de la crisis mundial.
Como se relata en el último suplemento económico de El
Nacional (22/7/9) uno de los mentores en el plano teórico
de Chávez, el español Juan Torres López, piensa que
entramos en una fase terminal del capitalismo. De allí los
gritos del autócrata en el Lago de Maracaibo: abajo el
capitalismo, abajo la burguesía, viva el socialismo. Una
crisis que tiene entre otras especificidades las que le
imprimen China (8% de crecimiento) y la India (6%) y otro
hecho tan significativo como el que Estados Unidos es el
principal acreedor del gigante asiático. Estas dos
economías asiáticas han emergido no a partir del
socialismo sino de las inversiones extranjeras. En China
de las 500 grandes transnacionales que operan en el mundo
440 se encuentra en territorio chino. China declara su
principal socio a Estados Unidos La camarilla
militar-civil que desgobierna al país vive en el atraso.
El proyecto de Chávez es anti-histórico,
es inviable, es minoría, es derrotable. Sus días están
contados. Primera gran victoria hay que organizarla para
el 2010 con candidatos únicos para todas las posiciones.
Desde ahora preparar este gran desafío, preludio de su
salida del poder el 2012. El post chavismo vislumbra con
una gran unidad para vencer y luego para gobernar y
reconstruir democráticamente a Venezuela. Ese futuro hay
que comenzar a anunciarlo. Así lo hacemos.