Son
inmensos los peligros que vive Venezuela al sentirse
huérfana de reglas de juego, vale decir de Constitución
Nacional y leyes, que regulen armónicamente la convivencia
en una sociedad plural. Un solo hombre no debe regir al
país, sin contrapesos legales, Lo que es posible por la
inexistencia de la separación de poderes; los temores que
implica para sus colaboradores decirle no haga eso a una
persona que tiene una mentalidad autocrática y militarista
y ejerce la primera magistratura, es el comandante en jefe
de la FA, Presidente del partido de gobierno y demás, etc
todo lo cual lo convierte en el mandamás que se impone
sobre la sociedad- Eso se llama culto a la personalidad.
Lo que es una perversión..
El 2 de
diciembre el país por mayoría le dijo NO a la propuesta de
Reforma Constitucional que establecía unos lineamientos
que se acercaban al totalitarismo. Una parte del chavismo
votó en contra y otra se abstuvo.- Así se formó una
mayoría que rechazó los contenidos de todas esas leyes que
ahora se están imponiendo.
Efectivamente,
el Presidente puede ser autorizado mediante una Ley
Habilitante. La experiencia indicaba que debía ser por
períodos cortos, y no por 18 meses, y sobre temas
limitados y no con la amplitud universal que fue esta
habilitación. Así mismo, la habilitación era un recurso
establecido para situaciones de emergencia. Pero ese no
es el debate.
La cuestión
radica en que abruptamente se están violentando la
Constitución y los resultados del 2 de Diciembre, lo que
constituye un abuso de autoridad, El colmo del cinismo es
que señala que el que no esté de acuerdo con dichos
contenidos acuda a un TSJ totalmente subordinado. Justamente
no hay Estadio de Derecho. No existe Poder judicial.
Por lo demás
estamos en pleno proceso electoral para renovar
autoridades Estadales y municipales. El cambio de regla de
juego se verifica en este contexto- A lo que también
agregamos por caso de alta gravedad la manera como Chávez
utiliza los recursos del Estado ante el silencio cómplice
del CNE.
Da la
impresión que el autócrata se coloca en un plan de
provocación para inducir a la desesperación, a que la
disidencia, incluida parte del chavismo, desprecie los
mecanismo electorales. Todo lo contrario. Chávez que
“olfatea” su derrota en muchas partes del país no deja de
pensar en una situación de emergencia, suspender las
elecciones. Que no se le ocurra semejante disparate.
Venezuela quiere democracia, paz unidad y justicia
social. Y lo conquistará.