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Respetar nueva mayoría
por Pompeyo Márquez  
martes, 25 noviembre 2008


A partir del 23/N se ha creado una nueva realidad política y se ha configurado un mapa político plural desde el punto de vista de instancias de gobierno a nivel regional y municipal. Estos son algunos de los principales resultados del voto democrático expresado el pasado domingo.

Chávez en un gesto que no queremos calificar volvió a proclamar que dentro de la Constitución todo, fuera de ella nada. Lucharemos porque nunca jamás se vuelva a repetir un tipo de elección en la cual todos los recursos del Estado, con la figura de quien está a su cabeza, se entrometa de tal manera que desnaturalice el propio sentido del evento electoral. El combate por verdaderas elecciones libres, con árbitro imparcial, con separación de poderes e igualdad de oportunidades es permanente.

Dicho lo anterior, habría que reafirmar consideraciones emitidas en otras ocasiones. Por ejemplo, que esa nueva mayoría debe ser respetada en los términos expresados en la madrugada del 24 por el diputado Ismael García. Una de las causas permanentes de la crisis política se encuentra precisamente en este aspecto. Una minoría no le puede imponer a una mayoría un modo de vida diferente al que traza la Constitución de 1999. Es también el hecho de no aceptar que una sociedad es plural y que deben existir reglas de juego que no dependan de la voluntad de un hombre para que esa pluralidad conviva en paz. Si se quiere aplastar, pulverizar, desconocer a esa parte del país, necesariamente se originan tensiones de la más variada índole. Queremos vivir en paz. Y cerrar los ciclos del caudillo militar que aspira a perpetuarse en el poder. Venezuela es una República alternativa. Y civil. NO militar-civil, con lapsos constitucionales.

Los venezolanos y venezolanas debemos recontraernos para hacer frente a las grandes dificultades que se derivan de una forma de gobernar no civilizada y ante la inminencia de efectos de la crisis mundial para la economía nacional, comenzando por el precio del petróleo del cual dependemos hoy como nunca. Somos un país de puertos: por los hidrocarburos que exportamos, por los alimentos, materias primas, maquinaria y tecnología que importamos.

No será fácil, lo advertimos. Pero el mandato es vivir en paz y dentro de la Constitución. El excesivo centralismo y el autoritarismo fueron derrotados el 23N.Las grandes mayorías, incluidas las que votaron por el oficialismo, lo hicieron por la descentralización. Este mandato fue claro. Hay que cumplirlo Así de simple.

 
 

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