Inicio | Editor | Contáctenos 
 
 

El debate
por Pompeyo Márquez  
miércoles, 17 diciembre 2008


El debate planteado por la obsesión de poder de Chávez trasciende lo referente a una enmienda a la Constitución y se remite a si Venezuela está en capacidad de vivir en democracia a partir del cumplimiento de la Constitución Nacional. En los últimos procesos electorales se ha evidenciado que los venezolanos queremos poner fin a la confrontación, a los odios, en una palabra deseamos vivir en paz y con pleno reconocimiento a la pluralidad. Nada más lejos de la realidad que esa pretensión de hablar de un país rojo-rojito. Eso solo está en la mente de un autócrata que se cree dueño de Venezuela, que reproduce los signos peores del siglo XIX.

Muñoz Tebar en 1865 escribió un opúsculo titulado Autoritarismo y Personalismo,. Valdría la pena su reproducción. En él destaca el predominio de éstas actitudes en aquellos períodos. Muñoz Tebar fue un funcionario muy importante. Se le considera el creador del Ministerio de Obras Públicas y de otras funciones ejecutivas. Se debatía sobre el culto a la personalidad, el gendarme necesario, el hombre providencial. Argumentos de Vallenilla Lanz en su obra Cesarismo Democrático se encuentran en la obra que mencionamos.

No es, pues, una afirmación improvisada la que señala que estamos en presencia de una involución histórica y que se trata de retrotraernos al siglo XIX en pleno inicio del siglo XXI. Es volver a la época de los caudillos militares que reformaban la Constitución a su capricho y antojo para perpetuarse en el poder. Es, como enfatizaba Simón Bolívar, nuestro Libertador, en el Congreso de Angostura, abrir las puertas a la usurpación y a la tiranía cuando se perpetúa una persona en el poder ya que se acostumbra a gobernar y el pueblo a obedecerlo.

El debate entraña si estamos en capacidad de construir la República Civil, democrática, o mantenernos bajo la égida de un caudillo militar. Este ciclo que vivimos desde 1830 hasta el presente debe ser cerrado. Venezuela debe entrar al mundo civilizado donde se dirimen las diferencias no a base de insultos, agresiones y descalificaciones y se respetan los resultados del único método escogido hasta hoy como es el del ejercicio del sufragio. Un sufragio donde el abuso del poder no se practique por una de las partes y se aplaste con la bota militar la posibilidad de contender en igualdad de oportunidades. Quisiéramos ver a Chávez compitiendo sin apelar a todos los recursos del Estado.

En fin, el debate tiene cuestiones de fondo, fundamentales, y entre ellas el postulado escrito entre los principios fundamentales de la Constitución: Venezuela es y será para siempre una República Democrática.

 
 

© Copyright 2007 - WebArticulista.net - Todos los Derechos Reservados.