Es
corriente que al hablar de frontera sólo venga a la mente
la occidental, que es donde tenemos problemas para decirlo
popularmente, por montones. Guerrillas de las FARC, del
ELN los paramilitares, los narcotraficantes, el hampa
común. Es una frontera explosiva con el único vecino que
habla español. No es así con Brasil, ni con Guyana, ni con
a partir de nuestro mar territorial y zona económica
exclusiva tenemos con 13 Estados Islas del Caribe.
Añadamos que en lo que
respecta a San Antonio-Ureña, San Cristóbal, mejor dicho,
todo el Táchira, se ha convertido en la frontera más
dinámica de América del Sur por los movimientos de bienes,
servicios, transporte, personas.
El comercio con Colombia había
alcanzado cifra record de 6 mil millones de dólares,
convirtiéndose en nuestro segundo socio comercial después
de Estados Unidos, llamado el ¡imperio!
Cuando Chávez en gesto
provocador enfatizó que limitábamos por occidente con las
FARC rompía todas las tradiciones. El rechazo no se hizo
esperar. Cuando visité San Cristóbal me encontré con un
movimiento que señalaba que Táchira limitaba con el Norte
de Santander y Venezuela con Colombia.
Otro exabrupto cometido por el
gobernante venezolano fue cuando al margen de todos los
manuales operativos y procedimientos militares ordenó en
programa de TV al Ministro de la Defensa enviar 10
batallones, tanques y aviones. Es de recordar que había
desmantelado a los Teatros de Operaciones uno y dos con
sedes en Guasdualito y La Fría. Teatros que habían tenido
éxito en ordenar la zona y no contemplar la dolorosa
situación relatada por un capitán del ejército por más
señas Gobernador de Apure que se lamenta de que su Estado
está en manos de los irregulares en Guasdualito el primer
poder es la guerrilla.
Chávez abandonó a las
fronteras. Se había establecido que esto no era un
problema sólo militar, sino que debía de estar acompañado
de programas económicos, sociales, educativos, sanitarios;
de construcción de infraestructuras binacionales, de
preservar nuestras cuencas hidrográficas y de una
infinidad de temas que en total pueden sumar 38.
Hay que retirar los 10
batallones (no se sabe cuántos fueron movilizados, mejor
no hablo de esto) pero hay que reconstituir a los Teatros
de Operaciones uno y dos, desalojar a los grupos
guerrilleros que han construido su santuario en esas
zonas. Normalizar nuestras relaciones con Colombia y
normalizar la situación interna de Venezuela donde no es
una agresión señalar que existe complicidad entre el
gobierno y los grupos irregulares.