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Borrar la historia. Jóvito
por Pompeyo Márquez  
jueves, 5 junio 2008


En la esfera oficial se viven momentos de pequeñeces, porque ni siquiera se les pueda catalogar de venganza. Hace unos días pasé por el Parque que llevaba el nombre de Jóvito Villalba. Ahora se llama Ali Primera. Si se quería rendir justiciero homenaje al cantautor Alí, compañero de estudio de mi hijo Ivan, amigo de todos mis afectos se hubiera podido construir otro Parque o hacerlo con alguna Institución Cultural. Digo yo.

Jóvito Villalba escribe páginas brillantes en la lucha contra la satrapía gomecista. Es uno de los héroes de la generación del 28. Sufre cárcel, con grillos en los pies. Y exilio en Trinidad. México y otros países. Emerge en 1936 como uno de los principales dirigentes estudiantiles, y del país.

Después de la muerte del tirano en diciembre de 1935 se destaca como el principal tribuno popular al frente de la Federación de Estudiantes de Venezuela. Organización desde la cual se impulsa la creación de los partidos, sindicatos y demás organizaciones populares.

Los años 36 y37 son años clave en la Historia de la República. Ese eminente historiador, periodista y estadista llamado Ramón J. Velásquez autor de dos grandes recopilaciones que lo consagran como historiador es el autor de la Historia del Pensamiento Político de los siglos XIX y XX. Le dedica, en la del siglo XX, tres volúmenes al año 36. Quien tenga curiosidad por investigar, informarse o simplemente leerlos encontrará allí la figura estelar de Jóvito Villalba. Yo lo recuerdo en sus arengas públicas y en los patios de la casa de la Federación de Estudiantes situada de Palma a Miracielos. Lo recuerdo al frente de la manifestación del 14 de febrero de 1936, cuando marché por vez primera y cuando adolescente oí aquella arenga a favor de la libertad de expresión y cómo lo recibía López Contreras y semanas después el anuncio del Programa de Febrero y del cambio de Gabinete con la incorporación de figuras democráticas como Rómulo Gallegos, Mariano Picón Salas, Alberto Adriani. Lo recuerdo cuando salió de la cárcel del Obispo después de una nueva detención. No olvido su rostro en las banderillas del Flandes cuando fue nuevamente expulsado por López Contreras después de la huelga contra la Ley de Orden Público, junto con otros 46 luchadores., algo parecido a la Ley policíaca y represiva que acaba de imponer el autócrata. .Lo recuerdo como se agigantó, junto con Mario Briceño Iragorrri, en las elecciones de 1952, cuando José Vicente Rangel era su secretario, denunciando los crímenes de la dictadura pérezjimenista.. Lo recuerdo al frente de URD, su desprendimiento ante Larrazábal en 1958. Lo recuerdo en el Congreso. Nos encontramos en el Senado de la República-Fue un Parlamentario de excepción.

En fin, un luchador permanente por la democracia, contra los autoritarismos y las dictaduras militaristas. Un constitucionalista ejemplar como Profesor Universitario.

Jóvito cumplió 100 años de haber nacido este año. La Historia le hará justicia. La Historia tarda pero no olvida. Los hechos son los hechos. Nadie los puede borrar- No lo duden.

 
 

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