Cuando
se analiza la situación política venezolana podemos
apreciar dos tendencias principales: 1) el fraccionamiento
y los conflictos en el seno del chavismo; 2) el
convencimiento en el seno de lo fundamental de la
disidencia de que es necesario convertir el sentimiento de
unidad en candidatos de consenso. La victoria o la derrota
se mueve en una u otra dirección. Es sabido que la
victoria se organiza, se construye. Que depende en alto
grado de saber apreciar cada momento con exactitud. En
esto consiste el arte de la dirección. Tener presente que
la realidad no es estática que sufre variaciones, algunas
de ellas casi imperceptibles. Sobre todo en el corto
plazo. Y de julio a noviembre puede estimarse como tal.
Esa percepción debe aplicarse tanto en el campo adversario
como en el propio. y la prudencia, como a menudo
recomienda Octavio Paz, es una conducta a seguir en
cualquier circunstancia. Igualmente Sun Tsu en “El Arte de
la Guerra” recuerda la necesidad de ..”estar preparado de
antemano para cualquier eventualidad es la más grande de
las virtudes”.
Podríamos hacer otras
referencias pero lo que quiero expresar es que debemos
preparar la victoria, que ésta pasa por candidatos de
consenso y finalmente que debemos estar alertas ante
cualquier cambio que se produzca en la realidad que
estamos manejando. Y, a fuerza de ser repetitivo, que
dicho cambio se origine bien en el campo adversario, bien
en el propio
Cinco meses se van como nada. El adversario dispone de
cuantiosos recursos y, entre ellos, uno principal: el
poder, los recursos del Estado, su mentalidad autocrática
y militarista. Es derrotable, pero no es fácil. Hay que
alejarse de todo triunfalismo..
Uno de los cambios al que
debemos darle la debida relevancia es que en estos
momentos la polarización no es de chavismo y antichavismo.
La polarización es democracia, descentralización,
gobiernos regionales y locales capaces de enfrentar los
problema de la gente versus dictadura, centralismo,
imposición de candidaturas como las de Mario Silva en
Carabobo o William Lara en Guárico. Son candidaturas
postizas, impuestas, que nada tienen que ver con la
región.
Las elecciones del 23 de
noviembre tienen una gran significación. Es la continuidad
de la victoria del 2D. Es detener, a una escala mayor, el
intento reeleccionista y totalitario. No es poca cosa si
lo unimos con gobiernos eficientes que atiendan a las
principales reivindicaciones de regiones y municipios.