La conformación de una asamblea para elaborar una nueva constitución para Bolivia, ha entrado en un momento crítico. Son tres los principales factores políticos y sociales que explican el presente de esta instancia de reconstrucción, en primer lugar la falta de liderazgo del presidente Evo Morales, segundo la debilidad de los partidos políticos y finalmente la fragmentación social.

El liderazgo de Evo Morales

El presidente Evo Morales desde ya un buen tiempo ha comenzado mostrar una seria dificultad en lo que concierne a su liderazgo político y social. Por un lado el país mantiene un duro frente de polarización entre movimientos indígenas y el resto de los actores sociales, lo cual se ha agudizado con la puesta en marcha de la Asamblea Constituyente. Específicamente se evidencia una falta de liderazgos capaces de desarrollar espacios de consenso, que permitan encausar los diversos intereses sociales que presenta el pueblo boliviano, es por esto último que el liderazgo de Evo Morales acusa una la falta de voluntad para conducir dichos conflictos.
Por otra parte el liderazgo del presidente Morales al interior de su principal base política el MAS, muestra una seria incoherencia, puntualmente en la falta de apoyo que ha manifestado el MAS hacia la Asamblea Constituyente como un espacio de negociación, hecho que queda de manifiesto en las recientes declaraciones de diversos miembros del MAS en la constituyente, anticipando su fracaso y buscando trasladar el debate al Parlamento.

Debilidad de los Partidos Políticos

Reconstruir un sistema político normalmente no se puede hacer derrotando una parte del país como ocurre en el actual momento de polarizacion en Bolivia, sino estableciendo un equilibrio nuevo de poder y a través del conflicto llegar a unos pactos. En las actuales democracias contemporáneas se acusa de una institucionalidad como medio para desarrollar esta tarea, y la historia nos muestra que son los partidos políticos los que han sido capaces de llevarla a cabo.
En el caso de Bolivia, se carece de partidos políticos solidamente institucionalizados, capaces de representar las demandas de una sociedad fuertemente fragmentada en un ámbito étnico-social.

Fragmentación Étnico-Social
La sociedad boliviana fuertemente fragmentada, hoy en día es incapaz de encontrar espacios de encuentro y negociación, lo que queda claro al ver su forma de organización, la cual da paso a movilizaciones intolerantes que no ven en el diálogo un camino de consecución de sus demandas. Ya probablemente algunos de los actores puedan conseguir sus objetivos precisamente usando la movilización. Donde temas como la “capitalidad” o la “reforma agraria” parecen irreconciliables.

La realidad político-social de Bolivia, nos muestra un momento de alerta, el cual necesita para una pronta solución, que traiga de nuevo la estabilidad, de diversas voluntades políticas y sociales que hasta hoy no se hacen presentes.