Se
ha creado una matriz de opinión favorable a votar NO el
dos de diciembre. Es difícil que esta tendencia,
registrada por todas, las encuestas, se revierta en estos
pocos días que restan para el acto de votación, Ese es el
hecho.
Pero nada es fácil. Hay que
estar alertas como dijo el dirigente estudiantil Yon
Goicoechea. Habló de tres NO. El NO de ahora para estar en
la calle con movilizaciones democráticas y PACIFICAS.
Subrayo lo de pacíficas porque puede haber provocaciones
para crear un estado de violencia. Recordar que la
violencia es del oficialismo. Quienes diferimos de este
golpe de Estado que es la propuesta de Chávez, como
denunció el general Baduel, representamos la paz, la
reconciliación nacional, la necesidad y urgencia de que
los venezolanos y venezolanas podamos convivir
civilizadamente en este territorio que se llama Venezuela.
Para eso tendremos que derrotar al fanatismo, a los odios,
a la intolerancia. Para decirlo en lenguaje llano: evitar
pisar peines, de esos que acostumbran montar los aparatos
policiales y parapoliciales.
El otro NO es el día de la
votación, sin vacilaciones, rechazar este fraude
Constitucional. Hacerlo en forma contundente, y en
avalancha. De esta manera haremos muy difícil cualquier
intento de modificar los resultados.
El tercer NO estará en el
alerta después del 2 de diciembre. Es visible que la
propuesta de Chávez está en minoría. Una parte de lo que
gira en torno al chavismo, cuantitativamente no sé puede
precisar, está en desacuerdo con la extensión del período
presidencial a 7 años y la reelección perpetua; con la
subordinación de la Fuerza Armada a un partido, a un
individuo; con la liquidación de la descentralización, la
eliminación del FIDES y de la Ley de Asignaciones
Especiales como anuncia Chávez; con la liquidación de las
Autonomías de las Universidades y del BCV lo que colocaría
las reservas internacionales en manos de un solo hombre;
con la asignación de 26 nuevas competencias a la
presidencia; con el tratamiento a la libre empresa y a la
propiedad privada... En fin, con la concentración de
poderes en un solo hombre y colocar a un lado los
artículos 2, 4 y 6 de la Constitución que declaran que
Venezuela será para siempre democrática, descentralizada,
solidaria, alternativa, plural, entre otras conquistas
democráticas.
Detener esta involución
histórica que representa una autocracia militarista con
tendencias totalitarias es un esfuerzo que merece la pena
hacerlo por nuestra patria.