Atropelladamente
se quiere imponer una nueva Constitución y un cambio de
régimen, de modo de vida. Una Reforma que tiene como
objetivos principales: en lo inmediato distraer la
atención de los hechos de corrupción representados en el
maletín contentivo de 800.000 dólares y las implicaciones
que han surgido tanto en la Argentina como en Venezuela.
Antonini declaró que almorzó con Chávez. En lo mediato,
prolongar indefinidamente el mandato, aumentando el
período a 7 años y aspirando a una “ñapa” concedida ya por
la presidenta del TSJ. Una Reforma que es una orden según
el Min.Defensa.
El atropello parte del
artículo 11 de la Constitución vigente. La razón es
simple: saltar a diez artículos que conforman LOS
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES. Tomemos varios de ellos:
Art 2: “Venezuela se constituye en un Estado
democrático y social de Derecho y de Justicia que propugna
como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de
su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la
igualdad, la solidaridad, la democracia, la
responsabilidad social y, en general, la preeminencia de
los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”
Art 4 “La República Bolivariana de Venezuela es un
Estado Federal descentralizado en los términos consagrados
en esta Constitución, y se rige por los principios de
integridad territorial, cooperación, solidaridad,
concurrencia y corresponsabilidad”
Art 6 “El gobierno de la República Bolivariana de
Venezuela y de las entidades políticas que la componen es
y será siempre democrático, participativo, electivo,
descentralizado, alternativo, responsable, pluralistas y
de mandatos revocables”.
Al diablo con todos estos
postulados. Ahora será “socialista”, de reelección
continua (permanente) y con ampliación del período a 7
años, con un poder centralizado al extremo donde no
aparece el contrapeso a los excesivos poderes a un hombre
que no rinde cuentas y que actúa como un autócrata.
Vale la pena revisar la
historia republicana que va de 1830 hasta el presente.
Observar cuándo y cómo se reforman la Constitución a
voluntad de los caudillos. Retrocedemos al siglo XIX y a
más de la mitad del siglo XX.
La más amplia movilización
popular e impedir semejantes disparates que convertirán a
la Carta Magna en un mamotreto con el apellido
“socialista” y borrar el pluralismo, la alternabilidad y
la democracia social. No es un tema de chavistas y no
chavistas. Está en juego el funcionamiento democrático de
la sociedad venezolana.