Este
es el titulo de una obra que fue un verdadero best seller
en la época de los sesenta escrito por el senador
Fulbright, para ese entonces presidente de la Comisión de
Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos. Se
refería al comportamiento de Estados Unidos no sólo frente
a Cuba sino hacia todos los movimientos democráticos y
populares de América Latina y el Caribe. El senador
concluía en que toda política basada en la arrogancia del
poder estaba destinada al fracaso. Y así fué. Esto que es
válido para la potencia imperial lo debe ser para quien se
considera dueño de Venezuela y actúa asumiendo el rol de
todas las Instituciones que están encarnadas en él.
Por supuesto, sus
incondicionales lo imitan al pie de la letra. Me referiré
sólo a uno de los más significativos que hace “mérito”
para volver al poder: JVR. Quien lea sus columnas
semanales, la manera como sienta cátedra y cómo procede
con la misma procacidad de Chávez observará que no cometo
ninguna exageración al opinar de esta manera.
Rangel parece vivir en el
mejor de los mundos posibles. Para él es una “detalle” de
la política internacional de Chávez la visita de los
restos del partido comunista ruso, en la reciente visita a
Moscú. E igualmente, los compromisos y acuerdos suscritos
con el “último dictador del Europa”, alojado en
Bielorrusia. Finalmente, los “estrechos lazos” de quien
ejerce la presidencia en Venezuela con el fundamentalista
que la ejerce en Irán. Le parece perfecta una orientación
que no se sabe a dónde puede conducir al país. Ni una
palabra, n i siquiera con la sutileza con que procede
cuando menciona la “indiferencia” de Chávez sobre los
temas de la inseguridad colectiva y ciudadana, o los
connotados casos de corrupción política y administrativa.
En cuanto a las relaciones con
Colombia luce correcto condenar la presencia de personajes
de inteligencia colombiana en territorio venezolano. Pero
es de notar que el gobernador de Apure, un oficial de la
FAN, declara insistentemente que el Estado Apure está
tomado por la insurgencia colombiana; que las FARC, y
todavía el ELN, al lado de los paramilitares entran como
Pedro por su casa en dicho territorio y allí secuestran,
cobran vacunas, asesinan y actúan como el “verdadero
poder” en el Estado. Desde 1999 se enterró una política
fronteriza que buscaba ser del Estado venezolano con apoyo
nacional y que no se basaba solamente en la presencia
militar sino en sus componentes económicos, sociales. La
frontera como zona de paz.
La arrogancia de Chávez es
conocida. En Rangel se fue apoderando de él con su
permanencia durante ocho años en el poder, y fuera de él
se comporta como el principal vocero del régimen. De esa
manera perdió toda credibilidad como interlocutor para
hablar de diálogo, y perdió su condición de “principal
operador político” del régimen, caracterizado como una
autocracia militarista. Sería interesante que se pasara
por la obra de dos filósofos: Hanna Arendt y Mires.
Encontrará en los orígenes del
totalitarismo y como funciona. Y verá qué similitudes
existen con el actuar del régimen de Chávez. Por eso no me
refiero a lo puntual: si ha hecho determinadas obras, si
tiene un discurso social, si ha elevado el ingreso de los
sectores D y E en medio de una bonanza de ingresos jamás
vista. Me refiero a la esencia del régimen: autoritarismo,
tendencia al totalitarismo militarismo. Rangel da la
espalda a estas esencias. No insulto, ni descalifico, doy
argumentos y razonamientos.