El
joven Héctor Rodríguez en el debate con Yon Goicoechea
creyó un argumento contundente cuando habló de la
diferencia entre igualdad de oportunidades e igualdad de
condiciones ¿Se habrá paseado este joven chavista cómo se
interpreta esto cuando en un proceso electoral hay
“igualdad de oportunidades” y las condiciones del
candidato oficialista son las de la utilización de todos
los recursos del Estado y de un CNE inclinado a su favor 4
a 1? ¿Cómo le queda el cuento del “mocho”?
Es igualdad de oportunidades para debatir, pero no dejan
entrar a algunos dirigentes, al Capitolio rodeado de
policías y de simpatizantes del oficialismo que según
Chávez son héroes y sus contendores peones del imperio,
agentes del imperialismo y de la CIA. Y según Rangel
manipulados a última hora no “sabe por quién”. ¿Cómo le
queda el cuento del mocho?
Uno de los puntos que más discusión promovió entre
nosotros cuando rompimos con los dogmas del PCV y de la
URSS después de puestos al descubiertos los monstruosos y
numerosos crímenes de Stalin, de las invasiones de Hungría
y Checoslovaquia por el “glorioso” Ejército Rojo cuando
aparece el “socialismo con rostro humano” y los discursos
de hondo contenido humano de Dubced, era precisamente el
papel de la democracia en el socialismo, el respeto a las
minorías, a la disidencia. Petkoff en su libro
“Checoslovaquia, el socialismo como problema” sacudió al
debate nacional con planteamientos que colocaban en
revisión fundamentos del llamado socialismo real. Después
vino el colapso de las URSS y de las llamadas “democracias
del Este de Europa”.Durante 70 años se había anunciado el
derrumbe del capitalismo y ahora resulta que el derrumbe
fue del “socialismo”. Recomiendo leer las Memorias de
Gorbachov: en la URSS nunca hubo socialismo. Lo que
existía era un aparato burocrático policial dominado por
Stalin, bajo el más perverso culto a la personalidad. La
“Revolución cultural China, con el libro rojo de Mao y el
“odio de clase” produjo decenas de millones de muertos.
Fue Den Xiao Ping quién contribuyó a la rectificación,
donde se conjuga la inversión estatal, con las inversiones
privadas nacional y extranjera que ha convertido a China
en la cuarta economía del mundo y avanza en la
erradicación de la pobreza en un país de 1.300 millones de
habitantes. Proeza sólo posible por las inversiones
extranjeras que, por supuesto, no tienen ningún carácter
imperial.
Quedaron al descubierto las patrañas que se cobijaban
precisamente en el hecho de que todo crítico o adversario
del régimen era “contrarrevolucionario” y “agente del
imperialismo”, se le sometía a la exclusión.
Esta generación quiere vivir libre. Si hay jóvenes que
desean el autoritarismo, el culto a la personalidad, el
caudillismo militarista , la siembra de odios, la
exclusión de más de la mitad de la población, el exceso de
centralismo, pues, les digo: no tienen futuro, representan
lo viejo, a los siglos XIX y XX.. El futuro es la
democracia con justicia social, la paz, la convivencia de
todos los venezolanos y venezolanas, en un ambiente plural
ideológico, muy alejado del pensamiento único, y de
respeto. Quieren verdadera igualdad de oportunidades y de
condiciones. Estar a tono con la era del conocimiento que
marca al siglo XXI.