Estanislao
González escribe sobre el “socialismo del siglo XXI” en El
Universal del 04/02/07. Es todo un poema su descripción
teórica sobre lo que debe ser, el respeto a los derechos
humanos, el pluralismo y demás etc. Y otra la realidad de
lo que hace Chávez. Estamos en presencia de un aberrante
culto a la personalidad, la concentración de poderes en
manos de un hombre y un irrespeto a las fuerzas armadas al
ponerlas a repetir la consigna de Fidel: patria,
socialismo o muerte, Qué vergüenza para una Institución
que debe estar al servicio de la nación y no de una
parcialidad política. Chávez ratificó ayer el carácter
personalista y militarista del régimen que quiere
implantar en Venezuela. Su partido es el ejército. Nada
tiene que ver con partido único del socialismo. Lo más
grave de todo es que no tiene contrapesos institucionales
y hasta tanto no se reorganice la unidad de los disidentes
basada en una propuesta alternativa.
Para la marcha normal del país
todo está trastocado. No hay Estado de derecho. Y cuando
Chávez con un aire de dueño de Venezuela declara que está
en campaña electoral para el 2012 y que ya es candidato
está actuando como provocador. Su intención es convertirse
en presidente vitalicio como parte de sus ansias de poder
y desnuda sus propósitos de reformar la Constitución para
eliminar la reelección por un solo período.
Si Estanislao ha leído “La
Nueva Etapa” trazada en el Fuerte Tiuna en noviembre del
2004 encontrará el tratamiento que le da a la oposición.
Dice textualmente que 4 millones y tantos de votos, es
mucho para la “oligarquía” y que hay que “impedir que se
reorganice” Esa es la manera de tratar a la mitad del
país.
Eso sólo puede ser calificado
del más primitivo militarismo del siglo XIX. Ahora con un
ropaje totalitario bajo el mote de “socialismo”.
Estos son los “valores” que su
hermano Adán quiere incorporar en la enseñanza, valores
dirigidos hacia un pensamiento único en plena era del
conocimiento y de la revolución científico-técnico que se
adelanta en el mundo, En plena era del conocimiento. “Vaya
involución histórica”.
“Los clásicos, desde Confucio
a Séneca, definieron la prudencia como el arte de obrar
bien en cada caso”. Confío en que todos aquellos que nos
oponemos a esta manera de conducir al país: obremos bien
en cada caso.