“A lo largo
de los años mis convicciones Democráticas se han visto
reforzadas, pero también se ha fortalecido mi convicción
de que si quieren que sus democracias funcionen, los
ciudadanos tienen la obligación de comprender los retos
más cruciales a que se enfrentan nuestras sociedades y el
modo en que operan nuestros gobiernos.” Joseph E Stiglitz
– Los Felices 90.
La emergencia del movimiento estudiantil
revela una vez más la fortaleza del músculo democrático de
la sociedad venezolana. Es una fuerza que enarbola las
banderas de la libertad frente a una tendencia totalitaria
representada en una autocracia militarista con una
voracidad de poder que la lleva a proclamar su intención
de prolongarse en el poder más allá del 2030. Para ello
liquida a las Instituciones y hasta el presente fracasa en
querer imponer el terror, el miedo. Manipular los procesos
electorales y con cinismo sin par afirma que la
alternabilidad en el poder es un prejuicio capitalista.
Desconoce que precisamente una de las manifestaciones de
la democracia es la posibilidad mediante elecciones libres
de alternarse en el poder la pluralidad de fuerzas que
existe en toda sociedad.
Los jóvenes estudiantes interpretan el
sentimiento mayoritario de la población, incluido un
sector del chavismo, que es la libertad, el respeto a
aquellos que piensan diferente a los que gobiernan, que la
minoría tenga representación proporcional en los órganos
de elección popular.
El autócrata procede a cumplir sus
amenazas, por encima de cualquier instancia que no sea su
voluntad omnímoda, como es el caso del cierre de RCTV. Lo
dijo en diciembre del 2006: chillen, griten, pataleen (así
calificó las protestas que a escala nacional e
internacional se hicieron presente) RCTV dejará de
funcionar a través de la señal del canal 2 y sustituida
por una Televisora que se suma a las tantas que tiene a su
servicio.
Ahora pregona dos nuevas amenazas:
liquidar a Globovisión, el mismo lo hará afirma con toda
su prepotencia y soberbia, y acabar con la autonomía
universitaria.
El país se ha puesto de pié en la lucha
por la libertad, por la democracia. Este es el futuro. Una
sociedad dividida en dos grandes toletes no está en
capacidad de funcionar. Y la violencia que practica
quienes tienen el poder del Estado no augura nada bueno
para Venezuela.
Es fácil entender, entonces, que además de
libertad, democracia, está la necesidad de diálogo, de
reconciliación de los venezolanos y venezolanas, de
desterrar el odio. Conquistar un funcionamiento
democrático, con Instituciones que sirvan de contrapeso al
poder del ejecutivo, de la presidencia; elecciones libres
y un desarrollo económico social con justicia social, que
derrote la inseguridad y la corrupción son banderas que
están uniendo a la mayoría de los venezolanos.
Un discurso del autócrata y sus seguidores
introduce fatiga en el país, por lo agresivo, repetitivo,
vulgar. Por desconocer lo que está sucediendo en la
realidad cada día pierden audiencia y se alejan de la
mayoría. Perseverar en luchas los mas amplias posibles,
cuidar las relaciones entre los diferentes componentes de
este vasto movimiento es una de las preocupaciones de
quienes aspiramos a vencer. Y superar a esta autocracia
militarista.
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Artículo publicado orignialmente en el vespertino
Tal Cual |