Con
este titulo escribí una serie de comentarios referido a
los procesos de integración. Chávez se mostraba como el
gran desintegrador. Se retiraba inconsultamente de la
Comunidad Andina de Naciones (CAN), del Grupo de los Tres
(Colombia, México, Venezuela) y anunciaba su ingreso al
MERCOSUR y la necesidad de producir cambios políticos en
su funcionamiento. Desde el primer momento le dijeron que
no era que Mecosur debía adaptarse a Venezuela sino que
ésta debía adaptarse a MERCOSUR. Esto lo acaba de
reafirmar el canciller brasilero, Amorin, cuando le apunta
a Chávez que para querer modificar a este mecanismo de
integración primero se debe ingresar a él.
No contento con todas estas
actuaciones de espaldas al país –no lo consulta con nadie:
ingresa, se retira, se vuelve a retirar—y es su caprichosa
voluntad la que cuenta. Por eso le duele tanto a JVR la
afirmación del Juez Garzón cuando dice que mientras más
poder se detenta más control se requiere. Chávez actúa
fuera de todo control. No rinde cuentas porque las
Instituciones no funcionan, están sometidas al poder de un
autócratas.
Chávez consecuente con sus
identidades con los restos del partido comunista ruso y
con la existencia del último dictador de Europa en
Bielorrusia, quiere una integración tipo CARICON que
agrupaba a la URSS y países del Este de Europa. Esto
partía de la idea de que existían dos mundos (el
socialista y el capitalista) y por tanto dos mercados.
Esta tesis se derrumbó a partir del XX Congreso del
partido comunista de la Unión Soviética, febrero de 1956,
cuando Jruschov condenó el culto a la personalidad de
Stalin y un conjunto de políticas equivocadas practicadas
por el dictador. Se volvió a la realidad: existía
solamente un mundo y en consecuencia se debían pautar las
reglas para la coexistencia pacífica y considerar que la
guerra no era inevitable. El CARICON se derrumbó.
Chávez quiere reeditar una
“integración política”, desecando uno de los fundamentos
de todo procedo integrador como es la pluralidad política
y de regímenes. El crea el ALBA con Cuba, Nicaragua,
Bolivia y Ecuador. Y cómo una guinda para la torta. Ahora
anuncia que Irán participará como observador. Los que
estén de acuerdo con su política abonada por su
petrochequera formarán parte de un “pacto político” que
nada tiene que ver con un proceso de integración.
Fernando Henrique Cardoso
colocó en el debate la integración suramericana. Se venía
trabajando en una dirección correcta: unir a la CAN con
MERCOSUR y concluir en la Integración sur americana.
Chávez dinamitó ese proceso al salirse de la CAN y el
torpe tratamiento de su ingreso a MERCOSUR.
La política exterior de Chávez
debe ser rectificada. Este punto forma parte de la nueva
agenda que se está construyendo y en lo cual el movimiento
estudiantil ha dado aportes certeros. Entre ellos la
reconciliación nacional, el derrotar la intolerancia que
se expresa entre otras maneras con la descalificación de
ese poderoso movimiento que adversa las políticas
gubernamentales y que quiere vivir en democracia con
justicia social.
No se puede permitir que
Venezuela se aísle cada día más. Es intolerable que se
quiera atar a nuestro país a regímenes reaccionarios,
fundamentalistas y asesinos como lo son los aliados
preferidos del autócrata. No conviene cruzarse de brazo y
guardar silencio ante tal situación. La Venezuela que
quiere sentirse unida debe dejar oír su voz de protesta y
su acción contra tal tendencia de un gobierno que actúa de
espaldas del país.