“We got
him”
Luis De
Lion
Saddam Hussein, finalmente no se
convirtió en el Ché Guevara del desierto; las
imágenes mostrándonos un barbudo Saddam,
encuevado, demacrado, en aparente buena salud y
especialmente dócil y entregado, le conceden un
final nada glorioso al depuesto dictador iraquí.
El guerrero beduino que nunca se entregaría,
primero muerto antes que caer en manos del
enemigo, actitud que muchos de sus acólitos,
repartidos en el mundo entero, esperaban. Sin
embargo, el sueño del Che Guevara Arabe se esfumó
y hoy la imagen del prisionero Hussein se parece
mucho más a la del tropical y cobarde Manuel
Antonio Noriega. Sin oponer resistencia, para
no vivir la misma suerte de sus hijos, sumiso y
cooperador, desde los primeros instantes de su
captura, el sobreviviente, negociador y hábil
político que históricamente ha sido Saddam, deja
entrever que buscará a cualquier precio ser
sometido a un juicio los más mediatizado posible,
a través del cual utilizaría el banco de los
acusados como tribuna de reivindicación de sus
ideas y sus posiciones. Así las cosas, la
opción más lógica sería la de entregar a Saddam a
la justicia iraquí; pero para ello habrá que
esperar por las venideras elecciones iraquíes a
celebrarse en el transcurso del 2004 y la
posterior instauración de un nuevo gobierno y del
establecimiento de las respectivas instituciones
democráticas en Irak. En todo caso, Hussein no
será llevado a La Haya, por cuanto dicho Tribunal
no tiene jurisdicción para conocer de su caso,
como tampoco debería ir a Guantánamo. Así
mismo, el despliegue de logística, comunicación e
inteligencia que pusieron en práctica los Estados
Unidos para la captura de Saddam, dio sus frutos.
Pero sin duda, el arma principalmente utilizada
para su captura fue la delación. Si bien, Tikrit
era el terruño de Hussein, igualmente era un
territorio infectado de potenciales delatores,
debido a que durante el tenebroso reinado de
Saddam, éste se hizo de unos cuantos enemigos a
través de sus constantes atropellos expropiando
tierras, edificios y empresas, en ésta región del
norte de Bagdad. Por todo lo que le ha sucedido
hasta hoy a Hussein, y viendo la suerte que
terminan corriendo personajes de su calaña, la
ocasión es propicia para aquéllos presidentes y
demás dictadores que tanto detestan la vida en
democracia, y que son, a su vez, admiradores y
otrora peregrinos visitantes de Saddam, el momento
ha llegado para que pongan sus barbas en remojo, y
los que son lampiños, pues que vayan poniendo sus
hallacas en remojo, si no quieren correr la misma
suerte que Saddam. http://www.luisdelion.net/-
Otra vez
Barcelona (y VII)
Alonso Briceño
García
I Tiempo de vendimia, los
viñedos resplandecen y la mano del hombre se posa
anhelante en los racimos. Tiempo para tejer sueños
y esperanzas. Todos los campos de España sonríen
esperando la sagrada ofrenda de los
dioses. Todo está a punto para la
vendimia: He aquí en estos gajos el azúcar y la
acidez deseadas. He aquí la “madurez fenólica”
requerida para hacer del vino un brindis
celestial. II La “madurez fenólica” es igual
al grado de taninos y antocianos que se esconden
en el alma de la uva. La cata del propio grano
aporta mucha información. Ese dato es preciso en
las largas maceraciones que se practican a los
vinos de alta calidad. Los taninos, me informan
amablemente los amigos Jesús (Suso) Trabado y
Joaquín Muns, abundan en los vinos tintos para
realizar la fermentación en contacto con los
hollejos de la uva. Su sabor es amargo y áspero.
Cuando con el tiempo se combinan con el resto de
los componentes, evitan la degradación y permiten
al fin, pulir y suavizar el ansiado
elixir. III El enólogo Carlos Delgado
sostiene que el Tempranillo es una de las grandes
variedades de uva y es nuestra mejor arma para
conquistar mercados de calidad. …Cuesta pensar en
el vino español sin los atractivos colores, aromas
y sabores inconfundibles de la
Tempranillo. Gracias a los monjes de Cluny por
haber introducido en la península esta variedad
maravillosa. De la Rioja a la Mancha. De
Galilea hasta Monterrey. De la ciudad del Duero a
Valdepeñas. De Málaga hasta Montilla. Paso a
paso, mudando de nombre en su expansión viajera,
el Tempranillo acabó por convertirse en la
variedad tinta más plantada en España. Por
aquí, en Cataluña se le llama “Ull de liebre” por
su parecido con el ojo del conocido
roedor. IV Don Luis Hidalgo sabio español de
la vinicultura mundial, trajo esa variedad a
Sudamérica y produjo una buena crianza en Bolivia,
Perú y Uruguay. De todas maneras, en esta
Navidad, aquí en nuestra casa, con la amable copa
de un vino generoso, brindemos por el destino
alegre y justo de esta Patria que queremos
tanto. Y si es un Monjes Reserva o un Briego
Fiel o un Alión Reserva o un Raimar Tempranillo o
un Cueva de los Judíos o un Priorato de Tarragona,
o un Rioja o un Berceo bien conjuntado y fresco;
mucho mejor. Salud!-
Mientras
me pongo los
zapatos El referendo de
Saddam
-Alberto
Hernández-
I Saddam fue un tirano,
un asesino, un sicario contra su propio pueblo.
Detenido, con una barba de meses, pero con la
misma mirada del loco que se cree consejero de
Dios, Saddam Hussein deja de ser el mito que
muchos alabaron, visitaron, saludaron y saludaban
con venia y baba en los labios. Saddam Hussein
está preso. Final de partida. Ahora será juzgado
por la etapa más terrible que el empobrecido
pueblo iraquí vivió de manos de este sujeto que se
enriqueció, él y sus fedayines, y llenó con un
millón de víctimas las fosas comunes de un
desierto donde nació una de las culturas más
antiguas de la tierra, la babilónica. Hablar
de la invasión norteamericana es someternos a la
costumbre de las acciones del gendarme del
planeta. Con la captura de Hussein los gringos
finalmente redondean el triunfo. Como siempre,
cometieron dislates, crímenes e injusticias. Pero
Saddam había superado todos los asesinatos que
mundo alguno pueda aguantar, como Hitler y Stalin
durante sus regímenes. Este capítulo negro, uno
más, de los Estados Unidos, se cierra con la
captura del loco de Tikrit. En efecto, Saddam
es un asesino. Otros, que andan por allí
desafiando y lanzando amenazas contra su
población, son simples y silvestres habladores de
pendejadas. Hussayn o Hussein nació en 1937. Se
declaró patriarca de la revolución iraquí,
secretario general del partido Ba’at y jefe del
ejército desde 1979. Iluminado por su locura
socialista teocrática, implantó un totalitarismo
con visión hegemónica en un extenso territorio,
razón por la cual se querelló con Irán en 1980 e
invadió Kuwait en 1990, lo que provocó la Guerra
del Golfo, que perdió de la manera más humillante.
Pasado el turbión de esas aventuras criminales,
Saddam Hussein convocó un referendo consultivo, en
el que obtuvo casi todos los votos a su favor,
como sucedió hace poco con Fidel Castro. Se trató,
a juicio de analistas y políticos del mundo, de
uno de los fraudes más bochornosos contra pueblo
alguno. II Sucio de barro y soledad, armado
con una pistola automática y con unos 800 mil
dólares en su poder, como cualquier ratero, fue
capturado ayer el asesino de Irak. Ya no anda en
lujosas limusinas, acompañado de bien trajeados
bananeros de la política latinoamericana. Ya no se
burla de nadie. No desafía. Ha sido derrotado.
Sólo le quedan los recuerdos, así como la triste
imagen de sus hijos asesinados por soldados
norteamericanos. Los que han dado vivas a
Hussein, pudieron haberlo hecho a mediados de
siglo a un delirante llamado Adolfo Hitler. Sólo
los separan seis o siete décadas. Son de la misma
estirpe. Uno extremista de la derecha. Otro de una
extraña izquierda basada en Alá y sus ángeles
terribles: terrorista. Criminales hay de ambos
lados, fortalecidos por la ignorancia de masas que
los siguen, por el poder que le dan las armas y el
dinero. Hussein se robó todo lo que pudo. Desbancó
el país y se hizo construir castillos y estatuas
en todo Irak, en una nación donde las estatuas
están prohibidas por tratarse de una cultura
musulmana. Es decir, se erigió dios, como suele
ocurrir con ciertas castas militares a quienes les
gusta verse retratadas en calles, postes de
avenidas y en las oficinas de los
fanáticos. Irak, agobiado por Hussein, invadido
por varias potencias, tendrá la oportunidad de
organizar un gobierno propio, sin la presencia de
soldados de otros países. Habrá atentados
vengativos contra Occidente. Queda si sus
seguidores se calmarán para bien de su futuro. Los
Hussein y los Bin Laden deben desaparecer del
mapa, como tienen que desaparecer políticas como
las de la familia Bush, en un esfuerzo porque la
paz mundial permita el crecimiento social,
cultural, ecológico, económico y
político. III El terrorismo, el
fundamentalismo político e ideológico, tanto de
derecha como de izquierda con sus aditamentos
religiosos y territoriales, debe ser derrotado por
la diplomacia y la política. Israel y Palestina
deben tomar té de cayena. Bush ha ganado esta
pelea. Capturar vivo a Saddam es una gran victoria
para él. Pero sobre todo para los demócratas
iraquíes, quienes están cansados de discursos,
crímenes, fosas comunes, fanatismo, disparos en
las calles, violaciones a los derechos humanos.
Aquellos bodegueros del pasado, quienes tienen en
mente revoluciones para eternizarse en el poder,
deben pensar muy bien en la posibilidad electoral
para su propia salvación. Luego del referendo que
“ganó” el sátrapa iraquí, se mantuvo en el poder
durante otros años más. Pero los dictadores no son
eternos, así se rían del mundo con la mirada fija
en una cámara de TV. Queda la democracia.-
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