Hemos dicho que el régimen
actual solo puede mantenerse sobre la base de la violencia
física e institucional, es decir, de la represión, del
atropello, de la arbitrariedad y del irrespeto sostenido al
orden jurídico que debería regular las relaciones de los
ciudadanos con el estado-gobierno. Los hechos confirman esta
verdad del tamaño de un templo. El cierre de las 34 emisoras
afectadas por ahora, particularmente el Circuito CNB, y la
escalada en contra de Globovisión, son las más recientes
manifestaciones de la personalidad de Chávez quien, enfermo
incurable de tiranía, se convierte en tumor canceroso que
amenaza con hacer metástasis en el debilitado cuerpo de la
República.
Los 66 años de El Nacional son celebrados en medio de las
más trágicas agresiones en contra de la libertad de
expresión que se recuerden en la historia contemporánea. Lo
más grave es que se destroza la Constitución con acciones de
hecho a las cuales se les dará soporte jurídico mediante una
legislación insólita, sin precedentes, violatoria de
derechos humanos fundamentales. Nuestra felicitación y
reconocimiento a este diario, extraordinario instrumento
para el desarrollo democrático de la sociedad venezolana.
También se conmemoran diez años de la instalación de la
Asamblea Nacional Constituyente, autora de una Constitución
violada en todos sus Capítulos, Títulos y Artículos en línea
contraria al espíritu, propósito y razón que animó a los
constituyentistas. La mayoría de ellos así lo reconoce,
incluidos muchos que se mantienen en el campo del chavismo,
pero con creciente desconfianza relativa al desenlace del
drama que vivimos. Censuran los criminales propósitos de
Hugo Chávez. Ya no los puede ocultar ni disimular. La
dictadura comunista llegó, pero el rechazo es de tal
naturaleza que, o la consolida rápido o muere trágicamente.
Para eso está dispuesto a todo, a matar, a robar, apelar al
chantaje y mantenerse sobre la base de la violencia
institucional y la represión, únicos instrumentos todavía a
su alcance.
El tirano experimenta el intenso frío de la soledad. No
puede confiar en nadie porque sabe que dejó de ser confiable
para la Venezuela decente, tanto civil como militar. Pero no
puede devolverse. Los crímenes acumulados lo empujan
irremediablemente hacia la justicia nacional e
internacional, destino final de su perversidad. Lo de
Honduras y Colombia, más las denuncias de Israel lo
proyectan de manera similar a esos dictadorzuelos que en
África, Oriente Medio, Europa y aquí mismo en América,
terminaron condenados. Algunos tenidos por locos, otros como
payasos, fanáticos irracionales todos, capaces de cualquier
barbaridad. La verdad es que mientras más oigo a Chávez y
leo su lenguaje corporal, más me viene a la mente la imagen
de un Noriega tras los barrotes de la cárcel. Agosto será
clave. A lo de los medios se agregan la educación, la
propiedad y hasta otra Habilitante. Fin de fiesta.
oalvarez@telcel.net.ve