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Michael Moore y la Revolución
por Luis DE LION

lunes, 24 mayo 2004


Hace dos semanas atrás, en el centro de Caracas, por los alrededores del edificio La Francia, un buhonero me ofreció por 5.000 bolívares el DVD de “La Revolución no será transmitida”; película merecedora tanto del Oscar, como de la Palma de Oro del Festival de Cannes, me dijo el gentil buhonero. Mientras escuchaba el palmarés del cual sería merecedor el documental chavista observé que igualmente estaban a la venta el DVD de “Bowling for Columbine” y el libro “Estúpidos hombres blancos”, ambas obras del norteamericano Michael Moore, el autor favorito de Adina Bastidas. “Ese gordo Moore es el propio chavista gringo, el tipo no come cuento para decirle sus vainas a Bush en la cara”, me comentó el amigo buhonero.  

Michael Moore, es uno de esos personajes que han hecho fama y dinero, surfeando sobre la ola del movimiento antimundialista. Moore es un provocador nato, que se dio a conocer a finales de los 80 con un documental titulado “Roger and me”, a través del cual relataba el cierre de una fábrica de la General Motors en Michigan. Luego realizó “The Big One” otro documental donde mostraba, como algunas empresas multinacionales se aprovechaban del trabajo infantil. En "Bowling for Columbine", que le valió el Oscar al mejor documental, Moore trata la relación de los estadounidenses con las armas. 

Los más acérrimos críticos de Moore lo tildan de bufón, y lo acusan de practicar una doble moral. De verbo despiadado y directo, Moore al igual que sus colegas del movimiento antimundialización, es un demagogo de la antipolítica, charlatanería que lo llevó a apoyar en las elecciones del 2000 en los Estados Unidos, a Ralph Nader y recientemente se alistó en las filas del general precandidato Wesley Clark.

En los últimos días, Moore ha sido tratado de oportunista al anunciar con bombos y platillos el boicot de Disney a su nuevo documental “Fahrenheit 9/11”, cuando él mismo sabía la noticia desde hacía un año. La autopromoción siempre le ha rendido frutos en metálico a Moore.

Fahrenheit 9/11” es abiertamente un documental anti-Bush, que acaba de obtener la Palma de Oro del Festival de Cannes. En ese sentido, el cineasta francés Jean-Luc Godard dijo que el film de Moore "carece de inteligencia" y que "ayuda a Bush más de lo que lo lastima". "Lo peor - agregó Godard - es que Moore no es consciente de eso. El problema es que Bush no es un tonto: es mucho más inteligente de lo que Moore lo pinta, y eso es peligroso". 

Moore, con los humos un tanto subidos, dijo al momento de recibir el premio en Cannes que si el público norteamericano veía su documental, sin duda cambiaría de opinión frente a Bush.  

En fin, cineastas delirantes como Moore, los venezolanos tienen el suyo en la persona del presidente Chávez, quien pretende con su propagandístico documental “La Revolución no será transmitida”, mostrarle al mundo su tan falseada verdad. Moore y Chávez tienen en común el amor por la propaganda y la tergiversación; Chávez la practica con maestría y asiduidad dominical; y las sátiras de Moore nunca están asentadas sobre hechos, con una una simple consulta a las fuentes que él cita encontramos que detrás de sus documentales hay siempre un trabajo de investigación bastante flojo.  

No pasará mucho tiempo antes que Moore, sea invitado a Venezuela, con motivo de la creación que hará el gobierno de la Distribuidora Nacional de Cine; tal y como señalara Francisco Sesto: “ Hay un cine independiente norteamericano que debe verse al igual que cintas de muchos países europeos, africanos y asiáticos que queremos mirarlos fuera de los festivales"

 

Muera el cine, que viva la propaganda.  Imprima el artículo Subir Página