El
propio Schumacher, lo dijo apenas obuvo su sexto título de campeón mundial en
Suzuka; "no soy una leyenda".
El
nuevo rey del volante, el único piloto en conquistar 6 títulos mundiales, el
perfeccionista, pudiera muy bien darse el lujo de autoproclamarse como el más
grande de todos los tiempos, y sin embargo se expresa con modestia.
La
pregunta de quién es el piloto más grande de todos los tiempos, pues que se la
hagan los entendidos y la fanaticada. Al igual, que muchos llevan tiempo
preguntándose quién fue mejor; Mozart o Bethoven, Pelé o Maradona; en fin las
preferencias de cada quien siempre prevalecerán sobre la lógica.
Como
quiera que sea, la época en la que Fangio ganó sus 5 coronas, era una época
que en nada se puede comparar con la actual, y eso lo sabe muy bien Schumacher.
Circuitos, calendarios de pruebas, tecnología, riesgos, reglas, todo es
diferente, salvo la emoción y el placer por la velocidad.
Así
como tambien, en ese debate podrían muy bien participar pilotos de la talla de
Clark, Prost y Senna. Todos condujeron a gran velocidad, confrontaron enemigos,
tuvieron el apoyo de sus respectivas escuderías y ganaron carreras. Si el
destino le puso mas chicanas a unos que a otros, no es la culpa de Schumacher.
No
obstante, en el aguerrido mundo de la Fórmula 1 hay opiniones como la de Flavio
Briatore, por cierto, alguien que habla con conocimiento de casusa, por haber
sido el jefe de Schumacher cuando éste ganó su primer título en 1994.
Briatore, sin quitarle méritos al campeón alemán, reconoce que éste en su
carrera no ha tenido frente a sí, grandes rivales, del estilo Piquet, Senna o
Prost. Cuando le tocó enfrentarse a Villeneuve y Hakkinen, en ambas ocasiones
Schumacher perdió el título. Luego del retiro de Hakkinen, y desde que
Villeneuve no dispuso de un carro competitivo, Michael trabajó muy bien y
dispuso de uno de los mejores bólidos de todos los tiempos.
El
comentario de Briatore, no buscaba desconocer, ni menospreciar la proeza de
Schumacher, simplemente busca poner las cosas en perspectiva.
Así
las cosas, el ambiente del domingo en el nublado circuito de Suzuka, no podía
ser otro que de fiesta de lado de la escudería Ferrari. Si bien, Schumacher
ayer no subió al podium a recibir su trofeo de campeón del mundo, éste le
será entregado, como es tradición, en Montecarlo en el mes de diciembre.
Una
vez caída la noche japonesa, tuvimos el privlegio junto a otros colegas, de
presenciar el momento en que Schumacher mostró publicamente por primera vez, su
nueva gorra roja con las seis barras doradas sobre la visera. Fue una exclusiva
que Schumacher le concedió a la televisora RTL 2.
La
merecida fiesta de la escudería Ferrari, prometía durar hasta la madrugada, en
un salón de karaoke cercano al hotel del circuito; los diablos rojos estaban
mas que merecidamente eufóricos.
Finalmente,
Schumacher en la intimidad, procedió a fumarse el enorme habano, que forma
parte del ritual de todo campeón del mundo que se respete.
Felicitaciones
Schumacher !!
|