Mario
Villegas, conocido periodista, identificado desde niño con
el PCV, firme trabajador, sindicalista, probo y buena gente,
ha sido “ notificado ” : se va con su cargo de redactor en
el Seniat a Santa Elena de Uairén. Presuntamente, una de
las causas parece ser su sobriedad: no viste los viernes la
franela roja de rigor en los organismos del estado y
escribe en su columna semanal Revoltijo cosas como
esta: “Vergüenzas las que uno, por haber nacido y amar como
el que más a este país, tiene que pasar en estos tiempos. No
tiene nombre el atropello que dispensó nuestro Jefe de
Estado a un periodista del brasileño diario O Globo. Pero
claro: si es capaz de ofender a otros mandatarios y al
secretario general de la OEA, qué no esperar para un simple
periodista de cualquier país. (…) “Los arrebatos del
Presidente son tan protuberantes y frecuentes como para
ensombrecer cualquiera de sus virtudes.” (…) “Nadie me lo
contó. Lo escuché con mis propios oídos, sin el aliño de
ningún intérprete chavista o antichavista: un comunicador
extranjero vapuleado impunemente por el mandatario como si
aquel fuera un zarrapastroso periodista venezolano.” (28 de
Febrero de 2007, El Mundo, Un periodista zarrapastroso.)
Aparentemente, Mario introdujo un recurso de reconsideración
ante el Superintendente J.D.Cabello. Habrá que esperar.
Mientras, vale recordar cómo
fue que nació, creció y actuó la URSS hasta que, tras mucho
dolor y muertes, cayó el fracasado sistema comunista y el
oprobioso Muro de Berlín.
La idea de
que el Estado tiene derecho al control total sobre el
individuo y que la vida debe ser organizada para imitar los
preceptos de una ideología, fue adoptada no sólo en la Unión
Soviética sino en la Alemania nazi y luego en la Europa del
Este, así como en China, en Vietnam, y en Corea del Norte.
Casi la mitad de la población del mundo fue seducida, al
menos teóricamente, durante muchos años por esas ideas. "Los
Maximalistas son los amos de Petrograd" tituló un periódico
francés de aquella época. A los ciudadanos se les decía: "No
hay Dios, sólo existe el partido."
Los
Bolcheviques (1917) sobre la base de la teoría marxista,
justificaban que sus operaciones eran estrictamente
científicas y por lo tanto útiles para transformar la
sociedad. Esa convicción les brindó los medios para
cometer crímenes atroces. Todo bajo el cariz “científico”.
Supuestamente en beneficio de la sociedad, del colectivo.
Una teoría pretendidamente universal justificaba el
control total del individuo y la destrucción de todos los
estándares morales. Así nace el partido totalitario que
aspiraba gobernar sobre la base de reclamar para sí el
monopolio de la verdad. Hegemonía comunicacional.
Un sólo
líder, voz única, dedo único, un sólo pensamiento. Una sola
Policía. Centralismo absoluto.
El
terror rojo
Félix
Dzerzhinsky, fundador de la policía secreta soviética
(originalmente llamada la Checa, más adelante NKVD, luego
KGV), institucionalizó el Terror Rojo: las personas
iban a ser encarceladas cuando no asesinadas,
no por una culpa individual, sino por pertenecer a una
clase específica. Su énfasis en la destrucción de las
clases "hostiles" llegó a ser parte integrante de las
políticas del régimen comunista. Odio y sospecha entre
hermanos.
No todos
los mecanismos de represión son abiertamente violentos. La
gente mediante el miedo, las amenazas, sean o no veladas,
puede ser condicionada para obedecer, y una vez que se han
instalado las condiciones se produce un conformismo que
convierte a las personas impotentes para resistir una
ideología política falsa y una comprensión falsa de la
realidad.
Pero en
aquella época, no todas las personas se conformaron. La
historia señala que, a pesar del miedo se rebelaron los
campesinos que habían sufrido bajo un sistema de requisición
por parte de los bolcheviques quienes en ausencia de un
mercado- que habían destruido- les quitaban lo que ellos
mismos habían cosechado sin dejarles lo suficiente para
comer, poniendo en marcha un levantamiento masivo de los
campesinos . Antes se habían levantado, marinos.
Es entonces
cuando Lenin, preocupado, exige los métodos más brutales
para suprimir la rebelión. Esos métodos incluían matar al
hijo mayor en cualquier familia que hubiera tenido contacto
con los insurrectos ( como según la Biblia, hiciera en
Egipto el Faraón con los esclavos judíos y luego, los
romanos en tierra de Israel dominada), y atacar a los
mismos en sus reductos del bosque con gas venenoso. Éste fue
el primer uso de ese gas contra una población civil. La
rebelión de los campesinos fue dominada pero no así el
colapso de la agricultura. En grandes extensiones de Rusia
y Ucrania hubo una catastrófica hambruna que, se estima,
mató a 5 millones de personas. En los años siguientes, los
líderes comunistas entendieron que si continuaban con esas
políticas, iban a convertir al país en incapaz de hacer algo
positivo. Entonces instituyeron lo que se conoció como la
Nueva Política Económica que permitió a la población
mayoritariamente campesina de Rusia a existir en condiciones
más o menos de mercado libre. Hubo confiscaciones por parte
del gobierno, pero se permitió a los campesinos sembrar
alimentos, comerciar entre ellos mismos y vender al gobierno
o a las ciudades. Así, el país comenzó a recuperarse. Pero
esto fue tan solo una tregua. El descontento con Stalin
comenzó a cundir en los círculos del partido a causa del
hambre. En 1934, en el Congreso del partido, llamado
"Congreso de los vencedores" había signos de que el
liderazgo del partido en Leningrado ganaba apoyo. Esto
preocupó a Stalin, quien llegó a convencerse de la necesidad
de eliminar a esos revolucionarios que habían hecho la
revolución pues evidentemente tenían alguna tradición en
pensar por sí mismos y podrían oponerse a sus reglas.
El gran
terror
Stalin
estableció un control total sobre la policía secreta, que
mandó cuotas para cada región con el número de personas a
ser asesinadas como contrarrevolucionarias o detenidos y
enviados a campos de trabajos forzados. Se expuso a la
población general al horror que ya se había desatado en el
campo. Las camionetas negras viajaban por las calles de
noche, descargando oficiales del NKVD. Estos calzaban botas
especiales con clavos. El sonido de pasos con esos clavos
significaba que alguien iba a ser detenido. La gente en sus
casas, escucharían golpes en las puertas seguidos por la
búsqueda de un apartamento. La víctima sería detenida
delante de su esposa e hijos.
La idea del
régimen era erradicar toda oposición. La manera de hacerlo
fue generar denuncias Si alguien contaba un chiste, había
viajado al exterior, estaba asociada con alguien que había
sido arrestado o comentaba algo considerado desleal, la KGB
sería informada por la organización del partido, y ellos
determinarían qué hacer. Quien pensaba y expresaba su
pensamiento podría ser degradado o podría ser despedido y
dejado sin ninguna otra elección que no fuera sobrevivir
mediante trabajos manuales. Si esto no funcionaba, la
próxima acción era sentenciar al disidente a un tiempo en un
campo de trabajo. (En la Cuba castro-comunista años 50,
bajo la URSS, se crearon los CDR y en la Venezuela siglo
XXI, ¿los consejos comunales tendrían esos objetivos?)
Por
ejemplo, en 1965, Yuli Daniel y Andrei Sinyavsky, quienes
habían publicado libros en el exterior, fueron a dar a
prisión por agitación anti-soviética. Los primeros
intelectuales rusos encontraron el valor para protestar.
Muchos de ellos fueron detenidos, y otros intelectuales
firmaron peticiones en su defensa. Éste fue el primer
movimiento de protesta en décadas. Luego hubo protestas por
la invasión de Checoslovaquia y mas adelante, por las
actividades conectadas con la firma de los acuerdos de
Helsinki en 1975. Como consecuencia de esto, la Unión
Soviética prometió respetar los derechos humanos a cambio de
la aprobación occidental al statu-quo territorial en
Europa.
Por supuesto que el régimen no tenía
intención de honrar este compromiso. Entonces, los
disidentes desafiaron al régimen: formaron grupos
independientes para controlar el cumplimiento, lo que puso
al gobierno en una posición difícil. No se podía detener a
estas personas así que por un par de años sólo acosaron a
los disidentes o les permitieron emigrar, antes de empezar
los arrestos de masa en 1980.
Los disidentes eran internados en campos de
trabajo forzado especiales. Bien lejos de sus casas, de sus
familias, del mundo civilizado.
Comparando con la era de Stalin, no había
muchos presos políticos, quizás un par de cientos, y en casi
todos los casos eran encarcelados por escribir y circular
información “veraz”. Este sistema de comunicación llegó a
ser conocido como "samizdat". Era producido con máquinas de
escribir en papel de cebolla, con copias en papel carbón.
Generalmente, contenían información sobre
presos políticos, peticiones, protestas, en fin todo aquello
que era censurado. Muchas veces, aparecían pegados a paredes
en las calles hasta que la policía los descubría y
eliminaba. (Hoy día los blogs, los emails, Internet, serían
los vehículos para informar al mundo globalizado).
El régimen
comunista combatió a los disidentes, obligándolos a admitir
el error en sus medios empleados en los campos de trabajos
forzados, (Gulags) donde las personas eran torturadas
psicológica y físicamente. Solían llevarlos a la confesión
pública, sobre todo en la televisión, para que confesaran
ser “leales” ciudadanos soviéticos que habían sido
engañados. Muy pocos sucumbieron a la presión. Otra
categoría disidentes decidió no desafiar al régimen, como si
lo hacían los disidentes osados democráticos, pero
demostraban con sus acciones que el régimen era un ejemplo
de dictadura totalitaria tomando las promesas del régimen
seriamente y exigiéndole sus derechos. Para tales personas,
primero había evaluaciones psiquiátricas, después hospitales
psiquiátricos y luego drogas para la modificación del
comportamiento.
(En la
Venezuela Socialista Siglo XXI probablemente le
diagnosticarían disociación psicótica)
De esta
manera, el sistema de la represión funcionó hasta el acceso
al poder de Gorbachov y el principio de la Perestroika. El
control total sobre la información y la tentativa de imponer
la ideología fueron abandonados. Los presos fueron
liberados.
La Unión
Soviética se derrumbó. Pero uno se pregunta si tras el
lavado de cerebro durante tantos años, si la lectura de un
solo periódico, la existencia de una sola TV y obedeciendo
por miedo, los hábitos formados en la mente por la
represión continúan existiendo en aquellos países que
estuvieron bajo la bota soviética.
Veremos qué
sucede en cuanto a perspectivas de la libertad en la Rusia
post soviética y en la Cuba castro- comunista.
En esta
Venezuela que en diciembre de 2007, dijo un claro NO al
pretendido Socialismo Patria o Muerte ¿Qué pasará? ¿Podrán
hervirnos poco a poco cual ranas con ideología comunista
trasnochada o seremos capaces de rebelarnos antes de morir
reventados?
Y quienes
reciben dinero de la petrochequera a cambio de obediencia,
y aquellos que aplauden como focas a la voz del único amo
del poder ¿Hasta cuándo aguantarán tanta humillación, tanta
sumisión?
¿Los
demócratas dejaremos que se escuche el sonido de botas con
clavos?
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