Pedro
Pérez Delgado mejor conocido como Maisanta y el presidente de
Rusia Wladimir Putin tienen en común el hecho de ser catires;
Maisanta era un catire criollo, y Putin es lo que llaman por ahí,
un catire lavado. Se preguntarán ustedes, pero que tienen en común
estos personajes, además de ser catires; en realidad, nada solo
que Maisanta y Putin, constituyen una importante fuente de
inspiración para Chávez, en ésta campaña que será de corta
duración, pero que promete ser de las mas aguerridas que haya
conocido la historia democrática venezolana.
Dichos mentores, conforman un mal presagio, y no solo porque
Maisanta sea de los pocos antepasados que el presidente nombra,
sino que, Maisanta no era otra cosa que un azote de camino, que
fue ascendido a guerrillero, en la escaramuza de La Mata Carmelera
por allá en 1898; y Putin, es un personaje público que se educó
para ser espía y pasar inadvertido, y sus éxitos electorales
obedecen a una especie de campaña de exterminación de todos sus
contrincantes, al mejor estilo de la guerra de exterminación
propiamente dicha que lleva adelante el mismo Putin contra el
pueblo checheno.
Maisanta, es un viejo conocido del público venezolano, entre otras
cosas porque el día del golpe de Noviembre del 92, estando aún
Chávez en prisión, los asesinos que tomaron por asalto el canal 8
- recuerden en particular los que votaron por Chávez -, lograron
por unos minutos poner al aire un video donde Chávez, hacía
mención de Maisanta; y pensar que por ahí andan algunos diciendo
que Chávez los engañó.
En
cuanto a Putin, éste utiliza la Fiscalía General Rusa para
eliminar a sus principales enemigos políticos, los magnates
Khodorkovskii, Berezovski y Gusinski, éste último es el Cisneros
ruso. De igual forma, una elite dominante conformada por militares
y gente de los servicios secretos ocupa el 25% de los cargos clave
del gobierno y los escaños legislativos.
Putin posee su propia
mitología al igual que Chávez, en la del presidente ruso se
incluyen el príncipe Andréi Voljonski (personaje de Guerra y
paz, de León Tolstoi) Batman, y Catalina la Grande, entre
otros.
Dicho esto, a medida
que se acercaba el 14 de marzo 2004, día de “la elección de Putin”
como la llamaban en Moscú, los medios rusos dejaron de ser libres.
Una vez controlados por el Estado, los medios favorecieron al
partido del gobierno “Rusia Unida” y por primera vez desde la
llegada a Rusia de la “democracia”, a las presidenciales no se
presentó el líder de ninguna formación política. Ni los
comunistas, ni los ultranacionalistas tuvieron a sus respectivos
dirigentes en las papeletas de voto.
Putin gana las presidenciales con el 70,5% de los votos, ustedes
se preguntarán si hubo fraude y si se permitió la participación de
observadores internacionales; pues bien el fraude propiamente
dicho no hizo falta, por todas las razones antes señaladas y 340
fue el numero de observadores internacionales de la Organización
para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que
supervisaron el escrutinio en varias regiones.
El Maisanta de éste siglo XXI que Chávez encarna, sabe muy bien
que las batallas no se llevan a cabo en el campo, sino ante las
cámaras y los micrófonos y a falta de candidatos a quien atacar,
en ésta campaña de Santa Inés, se embiste nuevamente contra los
medios a quienes se les ha venido atacando de manera sostenida; El
Nacional, Así es la Noticia, RCTV y recientemente Venevisión
pueden dar fe de ello.
Pero lamentablemente, para Chávez su enfrentamiento verdadero es
contra la sociedad civil venezolana en pleno, ¿cómo callarla?
¿como presionarla? ¿cómo reducirla? ¿con balas, con dinero?
Vista la fuerza y la
convicción de la oposición venezolana, la cual sin duda se prepara
meticulosa, atenta y concienzudamente para la victoria con una
estrategia firme y una táctica clara; tiene lógica concluir - más
allá de las inspiraciones nefastas - que luego de 5 años de
ineptitud, impericia y negligencia, al gobierno del bisnieto de
Maisanta se le hizo demasiado “retardatriz” y se está quedando sin
espacio y sin tiempo.
