El éxito de
público que está experimentando el último episodio fílmico de la
saga del muchacho-mago Harry Potter luce como todo un cuento de
hadas para la escritora inglesa Joanne K. Rowling, quien de la
pobreza y el fracaso literario surgió hasta ser la mujer más
famosa y acaudalada del Reino Unido, superando incluso la fortuna
de la Reina Isabel II. En la primeras semanas del estreno en ese
país, Harry Potter y el Prisionero de Azkaban recaudó cifras nunca
vistas, rebasando en el mismo período el logro comercial de
anteriores episodios de la serie y otros exitosos filmes juveniles
como las últimas entregas de El Señor de los Anillos y La guerra
de las galaxias.
Un fenómeno de
librería y taquilla
La
aventuras de Harry Potter se han convertido en todo un fenómeno
mediático y financiero a escala mundial, pues tanto los libros
como las películas han tenido una publicidad y acogida sin
precedentes, proporcionando regalías a la autora que se acercan a
los 500 millones de dólares. Así, Joanne Kathleen Rowling, de una
escritora frustrada de novelas para adultos se convirtió en la
autora más exitosa de la historia literaria británica –con unos
250 millones de ejemplares vendidos- superando a vetustas
escritoras inglesas como Jane Austen y Charlotte Brontë. Sólo las
escritoras Agatha Christie y Barbara Cartland han vendido más
libros que la Rowling y en el campo de libros juveniles compite
con otro fenómeno reciente como J.R. Tolkien, ubicándose
fácilmente junto a autores clásicos con cierto atractivo para la
juventud, como Dickens y Stevenson.
Aún sin
haberse publicado, el quinto episodio de la saga de Harry Potter,
titulado La orden del Fénix, ya rompió marcas de pedidos a través
del Internet en librerías virtuales como Amazon, mientras los
vendedores de mercancías (muñecos, juegos, afiches, etc.) hacen su
agosto cada vez que se publica un libro o se estrena una película.
El cuarto episodio (El cáliz de fuego), publicado hace poco, fue
un best-seller instantáneo y fue incluso publicado en CDs de audio
de 20 horas de duración, que los aficionados ya pueden escuchar en
lugar de leer el libro, mientras los primeros dos episodios (La
Piedra Filosofal y La Cámara de los Secretos) siguen acumulando
adeptos por doquier en la versión impresa. Al mismo tiempo, la
agencia oficial de turismo del Reino Unido le saca partido al
fenómeno, invitando -con un mapa en las estaciones de trenes y
autobuses- a visitar los sitios donde se filmaron las aventuras de
Harry Potter, desde la estación de King’s Cross y el Colegio
Christchurch hasta el Castillo de Alnwick.
El
esfuerzo de comercialización de los editores y productores
fílmicos recibieron un empujón cuando el Vaticano declaró que las
aventuras de Harry Potter reflejaban una fantasía inofensiva y no
atentaban contra la religión, a pesar de que las páginas de los
libros exudan de hechicería, práctica que antes era condenado por
la Iglesia y sancionado incluso con la tortura o la muerte. Esta
declaración le fue exigida después que se escenificaron hogueras
callejeras con los libros de Potter en algunas ciudades de Europa
y América, instigadas por católicos ultra-conservadores, hechos
que –como de costumbre- avivaron la curiosidad por los libros.
Cautivando el
público juveni
El éxito
de la saga se debe tanto a su lenguaje sencillo como el dinamismo
de las fantasiosas aventuras del héroe y sus amigos -que hacen
recordar las de Peter Pan- llenas de escapes, peligros y
enfrentamientos donde generalmente triunfa el bien sobre el mal,
mientras exaltan virtudes como la lealtad, el valor y la
creatividad. El último episodio fílmico sigue la misma receta de
los dos primeros, con el trío liderado por Potter tratando de
neutralizar las maldades de un maléfico reo evadido de la prisión
(lógicamente, de apellido ‘Black’), mientras asisten al tercer año
en la mítica Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería. Tramas que,
con la ayuda del agresivo marketing británico, capturaron la
imaginación de los jóvenes en todo el mundo, al ser traducido a
decenas de idiomas, logrando -como sucedió con la saga de Tolkien-
que muchos jóvenes se dediquen a leer literatura, una proeza en
esta era audiovisual e informática.
La escritora piensa
continuar las aventuras de Potter en los sexto y séptimo episodios
(títulos provisionales: La Rebelión de los Sangresucia, y La
búsqueda del Centauro), de los cuales tiene ya redactados casi
todos los capítulos, pues la imaginativa Rowling escribe en
cualquier sitio –incluso en atestados cafés- ideando, barajando y
organizando peripecias de sus héroes a medida que se inspira. Así
se inició, después de que las editoriales le rechazaron sus
primeras novelas con temas para adultos, decidiendo entonces
dedicarse al público juvenil mientras se recuperaba -hace diez
años- de su fracaso matrimonial con el periodista portugués Jorge
Arantes, tratando de mantenerse sola en Edimburgo con su hija
Jessica. Tardó cinco años en ese intento, pero fue recompensada al
avisarle la editorial Bloomsbury que finalmente se publicaría con
todos los hierros. “El día que supe que mi libro estaría en todas
las librerías, fue el más feliz de mi vida”, dijo la escritora en
una entrevista, confesando que hasta ese momento ella estuvo muy
pesimista.
Casada desde el
2001 con el médico Neil Murray -con quien tiene un hijo de un año-
la escritora de 37 años disfruta con elegancia la fama y la
fortuna logradas, viajando por el mundo para promocionar sus
libros y codeándose con luminarias en eventos y premiéres. Hace
poco recibió la Orden del Imperio Británico de manos del príncipe
Carlos, por su “significativa contribución a la literatura
inglesa”, aunque los críticos consideran que sus obras no tienen
realmente un gran calidad literaria.
Del libro a la
pantalla
Pero el éxito
comercial cuenta mucho y las versiones fílmicas no tardaron en
aparecer, al adquirir en el año 2000 los derechos la poderosa
Warner Bros, comisionándose entonces al director Chris Columbus la
realización de los dos primeros episodios, a raíz de su fama como
autor de ‘blockbusters’ como Mi pobre Angelito y Papá por siempre,
que gustaron a grandes y chicos. Pero después de cuatro años
invertidos en dichos episodios, Columbus exigió a la WB que lo
relevaran como director, escogiéndose sorpresivamente al mexicano
Alfonso Cuarón, ya famoso por ser responsable del un megaéxito en
su país (Y tu mamá también) y por su anterior adaptación del libro
de Dickens Grandes Esperanzas, (donde trabajó con luminarias como
Gwyneth Paltrow, Ethan Hawke y Robert DeNiro), esfuerzo de 1998
donde se compenetró con la literatura y ambientación inglesas y se
dio a conocer en el ámbito británico.
La
selección de Cuarón fue un acierto, pues éste le dio un look
novedoso a la producción de El prisionero de Azkabán (que costó
unos $100 millones) con una fotografía, color y un ritmo más
artísticos que los estereotipados de Columbus, acostumbrado al
estilo edulcorado y previsivo de Hollywood. Obviamente conservaron
los mismos intérpretes del trío juvenil, Daniel Radcliffe, Emma
Watson y Rupert Grint, añadiendo caras conocidas como Gary Oldman
–ideal como el villano- y las veteranas Emma Thompson y Julie
Christie, para compensar así la lamentable ausencia de una
estrella como Richard Harris en el papel del barbudo Dumbledore,
director de la escuela de magia, ahora caracterizado por Michael
Gambon. Los quinceañeros actores se conservarán en el 4° episodio
-a filmarse a partir de septiembre- y crecerán progresivamente
hasta la filmación del 7° y último episodio en el 2008, al mismo
ritmo que envejecen los personajes en los libros.
Obviamente, la WB
trata de capitalizar el éxito de los primeros episodios, ya que La
piedra filosofal y La cámara de los secretos están ubicados
actualmente en el 3° y 7° lugar de las películas más taquilleras
de la historia. Sin embargo se espera que el filme recién
estrenado los supere eventualmente, como sucedió con el último
capítulo del Señor de los Anillos, que ya se ubicó en el 2° lugar,
detrás de la inamovible puntera Titanic, demostrando que las
cintas con temas juveniles son un tremendo negocio, al ocupar
siete de los diez lugares de honor, con se puede ver en el cuadro
siguiente.
Las 10 películas
más taquilleras de todos los tiempos:
1-Titanic
(1997) $
1.830 millones
2-El señor de los
Anillos: el regreso del Rey (2004) $ 1.130 “
3-Harry Potter y la
Piedra Filosofal (2001) $ 970 “
4-Guerra de las
galaxias; amenaza fantasma(1999) $ 921 “
5-El señor de los
Anillos: Las dos Torres (2002) $ 920 “
6-Parque Jurásico
(1993) $ 919 “
7-Harry Potter y la
Cámara de los Secretos(2002) $ 870 “
8-El señor de los
Anillos: Hermandad del Anillo(01) $ 860 “
9-Buscando a Nemo
(2003) $ 850 “
10-Día de
Independencia (1996) $ 810 “
