Inicio | Editor | Contáctenos 
 

Metiches
por Macky Arenas
miércoles, 8 julio 2009


Por más que lo intentaron no pudieron. Le engrasan la mano a medio mundo y un país del tamaño de uno de nuestros estados –ni siquiera de los más grandes- los manda a lavarse el paltó. Esa es una de las sorpresas de la política, prueba de que nunca se sabe por dónde saltará la liebre.

Lo demás ya fue de lo mismo. Los poderes, que en Venezuela han pasado a llamarse “haberes” por su escandalosa entrega al Ejecutivo, apostaron por condenar juntos al pueblo hondureño. Vanamente, porque al perder cada uno su especificidad e independencia, perdieron también su fuerza. Aparecer juntos no es garantía de peso. Esta vez probó todo lo contrario. En Honduras, cada Poder aportaba solidez a la decisión colectiva de salir del presidente que desconocía el pacto social de los hondureños, contenido en la Constitución.

Esta frase es lapidaria: “El mariscal Pétain está muerto, pero jamás se enteró”, firmado: De Gaulle. Inzulsa hace recordar insistentemente esa sentencia. Muchas cosas ignorará, tan ocupado como está en mantener su puesto en la OEA. Ha hecho el ridículo al visitar Honduras. Acentuó las contradicciones con la comunidad internacional. Cual señor feudal se presenta en un país soberano como si fuera su patio trasero. Los diplomáticos son los reyes de las agendas, pero él pretendía alterar la del gobierno hondureño y hacerse recibir sin pedir audiencia. Fue coherente con su sentencia de que el presidente de Honduras es Zelaya. Lo precedía el desconocimiento a la voluntad popular de Honduras. Por toda respuesta, los hondureños denunciaron la Carta Democrática, en otras palabras, le recordaron que cargaba sucio el paltó, que estaba impresentable.

Un diplomático no puede perder el glamour. Pero el de Inzulsa se fue detrás de un hombre a caballo. Un caudillo trasnochado le pasa la chuleta. Dejó de ser secretario General de la OEA en esta volada. Su discurso corea al de Castro, Chávez y Ortega. Inzulsa es un peón más en la exportación de la revolución que a punta de petrodólares recorre el continente desestabilizando gobiernos y esclavizando pueblos. Los hondureños no se la calaron. Si el episodio se hubiera desarrollado en Brasil, en México o en Argentina, ¿el trato hubiera sido el mismo? Fuertes contra chapitas de refresco a que la sacrosanta OEA se lo habría pensado. Fácil es ser guapo con un país desvalido que sólo se duele a sí mismo. Sin embargo, allí mismo reside su fuerza que parece crecer a cada nuevo agravio.

Otra pregunta interesante: ¿qué reacción tendría el presidente venezolano si ante sus reiteradas violaciones a la Constitución, los poderes de cualquier otra nación se sientan juntos y ofrecen una conferencia de prensa condenando su proceder? En un juego de simulación, los hondureños quedarían como unos príncipes. Demasiado metiche han soportado.

Metiche la OEA y su flatulenta unanimidad. Metiche Inzulsa y su falta de respeto a un país soberano. Metiche el gobierno venezolano y sus poderes satélites. Sólo una advertencia: eso se pega. Si un día no lejano nos toca lo mismo, a llorá p’al valle!.

mackyar@gmail.com


© Copyright 2007 - WebArticulista.net - Todos los Derechos Reservados.