Para
fines del mes en curso está pautada la presencia de la SIP
en Venezuela. En Caracas tendrá lugar la Reunión de Medio
Año, después de sortear sus organizadores un sin fin de
obstáculos que van desde la hostilidad verbal hasta la
gestión eficiente y suficiente para dificultar el montaje
logístico que permitiera la realización del evento. Esta
reunión prepara la Asamblea Anual que usualmente de realiza
en el último trimestre del año.
Es oportuno precisar que la SIP, cuando visita un país, lo
hace en su condición de organización sin fines de lucro
dedicada a defender la libertad de expresión y de prensa en
el continente. Sin pretensiones de ingerencia en asuntos
internos de cada país, cumple con su deber de acudir donde
su presencia sea requerida, bien para reforzar las tareas de
quienes trabajan por la vigencia de esas libertades, o bien
para denunciar las violaciones a esas libertades. A fin de
cuentas, desde principio a fin, es razón de ser de la SIP
defender la dignidad, derechos y responsabilidades del
periodismo.
Es oportuno también recordar que no es la primera vez que la
SIP llega a Venezuela. Ya lo ha hecho en otras ocasiones. En
el año 1974, tuvo lugar en Caracas una importante reunión y
en 1995, bajo la Administración-Caldera, se instaló en
nuestro país la Asamblea número 51 de la organización. La
última visita se produjo en el mes de noviembre de año
pasado, la décima en total. La mayoría de ellas durante este
período de gobierno, dada la conflictividad del panorama
político venezolano y sus repercusiones en el espacio social
que corresponde a los medios de comunicación.
No nos referimos sólo a los medios de naturaleza
independiente, obvio como es que el aluvión “revolucionario”
ha distorsionado también la función social de los medios
regentados por el Estado, sin mencionar la presión que de
igual manera se ejerce sobre el papel de los periodistas que
trabajan para esos medios. Es asunto de la SIP el considerar
este dilema ético, orientar acerca del compromiso mediático
con la sociedad y promover el intercambio de ideas e
información que contribuyan al desarrollo técnico y
profesional, especialmente bajo circunstancias que lo
entorpezcan o imposibiliten.
Es tradición de la SIP rotar los países en donde celebra sus
reuniones, uno más de los asuntos que se decide por criterio
mayoritario. Venezuela está en el centro de la preocupación
compartida, lo que explica que entre 1999 y el 2007
delegaciones de la SIP se hayan trasladado a Venezuela en
ocho oportunidades. Esta nueva visita debía ser manejada por
el gobierno, no como una crisis, sino como una oportunidad:
esa reunión de personas refleja el interés de 1.300 miembros
que representan a periódicos desde la Patagonia hasta
Alaska, con una circulación combinada de 43.353.762
ejemplares.
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