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Esto apesta
por Macky Arenas
martes, 28 agosto 2007


Los hedores de la corrupción emanan de cada intersticio oficialista. El gobierno que Chávez comanda no sólo ha corregido y aumentado vicios pasados, en nombre de cuyo combate y erradicación se camuflajeó la insurgencia que dio origen a estos tiempos de excesos y cinismo, sino que esos vicios se acompañan de la más rampante impunidad.

Para quien tenga dudas de que el agregado es factura del socialismo del siglo XXI, recordamos la ocasión reciente cuando a un Presidente venezolano se le defenestró y procesó por 250 millones de bolívares de una partida secreta que, por lo mismo, podía usar a su buen saber y entender, dinero que no obstante reveló su destino: auxiliar a la entonces frágil pero legítima democracia nicaragüense. Hoy son millones de dólares los que salen de las arcas públicas, sin ningún tipo de control, que van directo a los bolsillos de toda clase de chulos, forajidos y maulas, cuyo único mérito es ser parte de esta lúdica comparsa de corrupción y arbitrariedad política, que atormenta a nuestros pueblos para goce y disfrute de una nueva y desfachatada costra de cúpulas podridas.

Cuando huele mal, el efluvio no es la causa sino el efecto. Es una señal que no deja dudas de que en el origen hay descomposición, de que muy adentro una Sodoma se revuelve con una Gomorra a las que traiciona el álito canalla del poder ebrio.

Miles de dólares en el maletín de una ficha de este gobierno que pretende burlar los controles de otros gobiernos; latas de atún que clavan la demagogia cruel en el mástil de un pueblo asfixiado por el dolor; festín de regalos a otros cuando los nuestros se consumen de necesidad; una casta elitesca de jerarcas del régimen que nadan en la opulencia de los negociados; compra compulsiva de armas que permanecen en sus fundas ante el delito que acosa a los venezolanos; atentados constantes contra la propiedad en todas sus formas, incluida la manipulación constitucional para apropiarse indefinidamente del poder que pertenece al pueblo; confesos lazos con la subversión extranjera, la misma que secuestra a nuestros compatriotas, sin la merced de la intercesión presidencial para su seguridad; comerciantes del oportunismo que acumulan dinero fácil haciéndose la vista gorda ante el autoritarismo, mientras los poderes, en fila india, esperan instrucciones del jefe. Todo eso es corrupción impúdica y jactanciosa.

Esta corrupción es estridente y repulsiva . No sólo atesora reales mal habidos, lo que escandaliza porque excluye, crea abismos entre unos y otros; sino que también carcome y descompone dejando una estela de fetidez que lleva en línea recta al centro del poder. Peligro para el jefe del gobierno y sus señalados lugartenientes porque hacia allá apunta la ira popular; y alto riesgo para los que se creen expertos en el arte de pasar agachados porque no son invisibles al ojo ciudadano, indignado y siempre abierto.

Algunos hablan de “déficit democrático” o acuñan términos prudentes como “filotiranía”. Nosotros simplemente notamos que esto apesta.-

mackyar@gmail.com


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