Cuando
leo que hasta los Tupamaros en el estado Sucre llamarán a
votar por el NO, me doy cuenta que los propiciadores del “ir
a votar” no estaban tan equivocados en cuanto a las
posibilidades de lo que una votación masiva por el NO puede
significar.
Yo estoy seguro de que el régimen, de todas maneras, tiene
montada la trampa como antes. Pero lo que es importante hoy,
es si van a poder defenderla.
En realidad, la reticencia de no ir a votar, por razones de
más válidas, ha resultado ser una estrategia incómoda para
el régimen bolivariano (que sólo contaba con una
participación media que le permitiera el fraude).
La actitud de los Tupamaros de Sucre nos indica que existe
un país mayoritariamente contestatario que va más allá de
las confrontaciones políticas extremas, un país que, aunque
crítico a nuestra historia próximo pasada, entiende la
importancia de los derechos democráticos y le dice
claramente NO a las pretensiones totalitarias del régimen
actual.
Quiero hacer hincapié en que esta actitud es tan igualmente
válida como el llamado a la conciliación que han hecho los
estudiantes opositores del país; y que esta actitud se debe
considerar como un invite al diálogo democrático en aras de
hacer posible una sociedad mejor. De esta manera, estos
jóvenes Tupamaros, bastión frontal de la lucha contra las
injusticias sociales que nadie puede negar que existan y
existieron, también acuden al sentido común que el diálogo
democrático puede ofrecer. Sencillamente, ante las
posibilidades inminentes de un totalitarismo vertical,
escogen la más sana posibilidad de crear una democracia
nueva (ya que nunca será como la anterior) que permita un
diálogo enriquecedor y solucionador de aberraciones tanto
pasadas como actuales.
Hoy, de ser cierto que el país entero está reaccionando de
esta manera, me siento enormemente positivo en cuanto a que
nosotros, el pueblo de Venezuela, tiene capacidad para
superar este aberrante proceso histórico nacido del mal
funcionamiento de un régimen que se empecina, neciamente, en
negarse a reconocer nuestra verdadera realidad social.
Bienvenidos Tupamaros de oriente, de seguir las cosas como
se nos van presentando hoy, yo también iré a votar por el
NO.
Y en ese caso, si se atreven a decirnos que perdimos, cuento
con que esta vez si saldremos todos juntos a cobrar de
verdad.