Hace unas semanas hablé en
esta columna del club de los catchers, el grupo de jefes
de estado que atrapan y atrapan dólares de un solo
lanzador: el comandante en jefe, Hugo Chávez. Hay 17 de
ellos agrupados en el ALBA o en otras uniones
continentales o extracontinentales, que se caracterizan
por la capacidad de tener extendida la mano por largas
etapas, sin cansarse.
Hoy pienso que es bueno
advertir del efecto perverso que el dinero y las prebendas
de Venezuela tienen en la gente y en los países, algo que
en Caracas se conoce como “la pava de Chávez” y que cuando
se refiere a países, se puede llamar muy bien el efecto
perverso Venezuela.
Cuando el presidente felicita
a algún equipo deportivo o dice que va a ganar, seguro
pierde. Los banqueros venezolanos neutrales o pro
presidenciales, agarran ventajas gubernamentales de ladito
y encomendándose a la Corte Celestial, porque les vende
bonos estructurados en dólares, aparentemente un negocio
redondo hecho con el cambio diferencial entre dolar
oficial y el paralelo, pero a los tres meses les exige que
se deshagan de ellos en un plazo perentorio, casi
arrastrándolos a una crisis financiera -en ese asunto
están enredados 12 de los bancos mas poderosos del país-.
Uno de esos banqueros, Víctor Vargas, intentó comprar el
Banco de Venezuela y al Presidente no le importó
reventarle la negociación. Otro ejemplo. Mucho
acercamiento a España y mucha franela real, pero al llegar
a Caracas, lo primero que hace es comprar ese banco
español a juro, sin importarle las consecuencias. Ni para
los ahorristas, ni para los inversores. Eso es lo que se
llama conservar un amigo peligroso.
Y ahora vamos a los efectos
perniciosos para nuestros amigos del club. Uno de los
miembros más conspicuos, Evo Morales, quién ha considerado
que es su deber no es solamente recibir cheques mano a
mano de la embajada venezolana, sino imitar en todo la
evolución de nuestra revolución, quiere someter todos los
poderes públicos y poco a poco ha intentado, acabar con el
poder judicial, con los parlamentarios independientes y
con toda oposición. Los resultados han sido nefastos y
aéreos. No solamente casi se mata en un helicóptero
venezolano que pocos momentos después se desplomó con
varios militares nuestros dentro, sino que hoy por hoy no
puede aterrizar en varios estados de su propio país porque
la gente lo saca a botellazo limpio y la fuerza pública no
puede abrirle paso. Fue la razón por la que Chávez y
Cristina K no pudieron irlo a visitar en los últimos días
de campaña por obtener todos los poderes en un revocatorio
en el que se ha jugado su investidura.
¿ Y las FARC? No bien el
ministro del Interior, Ramón Rodríguez Chacín se fue con
su teléfono satelital a la selva colombiana, para recoger
a nombre de Chávez a las rescatadas Clara y Consuelo, el
ejército colombiano aprovechó para terminar de situar, con
esas coordenadas satelitales papaya a uno de los grupos
guerrilleros que ahorita están masacrando. No hablemos de
los efectos deletéreos de las computadoras de Raúl Reyes,
donde se deja constancia del dinero que se les llevó desde
Venezuela a esos grupos, hoy acorralados. Son los mismos
para los cuales el comandante pidió beligerancia, que los
usó como a los secuestrados en las operaciones de rescate
para aparecer en todos los medios de comunicación del
mundo, a quiénes hoy les recomienda desmovilizarse y
ponerse democráticos.
El caso mas reciente es
precisamente el de la representante argentina del Club. Ya
la cosa venía pavosa desde hace un año, cuando un envío de
800.000 dólares a su campaña se convirtió en el escándalo
internacional del Caso del Maletín, a días apenas de haber
llegado a la Casa Rosada. Marcó a sus operadores políticos
mas cercanos, identificó las operaciones dudosas de PDVSA
y ENARSA y echó una sombra de corrupción sobre su gestión,
apenas iniciada. Hoy, cuando los bonos argentinos no los
quiere ni la tatarabuela,como dice un forista de La
Nación, el amigo Chávez compra 1.000 millones de deuda ,
los bonos Boden 2015, a una tasa de 15% , la tasa más alta
en dólares pagada por el país desde el default de la deuda
pública del 2001 y se deshace de ellos en menos de 24
horas, poniendo el cobro de esa plata en manos de quién
sabe quién. La decisión venezolana de liquidar los bonos
de la deuda argentina y un nuevo bajón de la soya, que es
la principal fuente de ingresos del país, provocaron un
viernes negro en Buenos Aires hace dos días. Los bonos se
desplomaron hasta 6 % y el riesgo país llegó a 700 puntos.
El analista de Clarín, concluye que “ las dificultades
financieras deben ser muy serias para acudir a los dólares
de Chávez, quien encima no tiene ningún empacho en
destruir el mercado de deuda argentina”. Sospecha que se
trata de una venta directa entre dos gobiernos en la que
solamente ganan los bancos: “ Vale recordar la "jugada"
del presidente Hugo Chávez: Venezuela compra los bonos
argentinos y los vende a bancos de Caracas en bolívares al
tipo de cambio oficial. Luego, los bancos vuelven a vender
esos bonos, pero al tipo de cambio paralelo. En esa simple
maniobra se hacen de una ganancia del 50% (la diferencia
que hay en Venezuela entre el dólar oficial y el
paralelo). Ante semejante renta, a los bancos no les
importa "reventar" los bonos a cualquier precio. Una
pérdida del 10% (tal lo que cayeron los Boden 2015 que
compró Chávez en esta semana) es compensada por la
ganancia con el tipo de cambio”. Piensa peor y acertarás.
lucgomnt@yahoo.es