Las proclamas de
solidaridad francesa hacia los llamados países del
tercer mundo, han estado siempre marcadas por una
profunda hipocresía. Accidental o no, dicha
hipocresía sirve para ocultar el tinte neo-colonial
de la política extranjera francesa; al tiempo que la
opinión pública francesa, reclama y milita contra
el imperialismo americano. En ese sentido, los medios
galos vehiculan con maestría esa obsesión
antiamericana; y hay hasta quienes piensan que existe
un periódico especializado en ese campo. Estamos
hablando de Le Monde Diplomatique, publicación
mensual creada por el diario Le Monde en 1954.
Todos sabemos que
difundir información en el ámbito internacional
representa una inversión considerable, a través de
la cual los Estados buscan influir sobre la opinión
pública de determinados países. En ese sentido, el
gobierno francés creó hace muchos años el fondo de
ayuda para la expansión de la prensa francesa en el
extranjero, y Le Monde Diplomatique con sus ediciones
en diversos idiomas, aparenta ser el principal
beneficiario de dicha subvención pública.
Todo lo antes
descrito, podría servir para hacernos una idea del
inmenso poder de fuego - comunicacional - que posee
Le Monde Diplomatique. Sin embargo, no comprendemos
por qué ni para qué; éste coloso galo de la
comunicación junto al periodista Maurice Lemoine
decidió el pasado 20 de diciembre demandar, al
sociólogo venezolano Juan Pulido por el supuesto
delito de difamación e injuria, exigiéndole 45.000
euros como indemnización, por ante los tribunales de
la República francesa.
El supuesto delito
de Pulido, habría sido escribir un artículo
titulado "Le Monde Diplomatique ¿ideología
o laboratorio de ideas?"; haberle sacado 400
fotocopias al mismo y repartirlas durante un foro
realizado recientemente en París. En el libelo de la
demanda que cursa contra Pulido, los abogados de la
Sociedad Anónima Le Monde Diplomatique, sacando de
contexto algunos de los términos expresados por
Pulido en el artículo en cuestión, pretenden
vagamente y sin asideros jurídicos serios imputarle
una "inaceptable falta a la deontología
periodística".
Este inaceptable
acto de caribeo, que pretende llevar adelante un
intocable Le Monde Diplomatique contra Juan Pulido,
mediante el cual se estaría pretendiendo imponer la
ley del más fuerte, a través de un periodismo
ideologizado, no lo comprendemos para nada. ¿por
qué se molesta tanto Le Monde Diplomatique ante un
novato, solitario y autónomo articulista?
Un déspota
personaje, muy de la estima de la dirección de Le
Monde Diplomatique, dijo no hace mucho tiempo
retomando un proverbio italiano que águila no caza
moscas; en la actualidad a dicho personaje el
mosquero lo tiene paralizado. Viéndose en ese
espejo, esperemos que Le Monde vuelva a ser
Diplomatique y deje en paz a Juan "Chipilo"
Pulido.
luisdelion © 2002