Desde
diciembre del 2005 fecha en la que Hugo Chávez tuvo
propósitos antisemitas, su imagen ante los medios galos ha
venido degradándose de manera sostenida. La comunidad judía
de Francia es la más importante de toda Europa y medios
tales como; Le Figaro, Libération, Le Monde y Radio
France reseñaron las injuriosas declaraciones del
presidente venezolano.
En febrero del 2006, Chávez anunció su
alianza con el apocalíptico presidente Ahmadinejad.
Coalición conformada en medio de la crisis nuclear iraní.
Siendo Francia una nación amenazada por el potencial poderío
nuclear iraní, el tenebroso eje Caracas-Teherán,
inevitablemente era relatado por la prensa francesa.
Así las cosas, mientras tenía lugar en
Venezuela el fraudulento proceso electoral que finalmente
reeligió, en diciembre del 2006, a Chávez como presidente,
para la opinión pública francesa, Caracas dejó de ser tema
de actualidad, en gran medida gracias a la pésima
comunicación del movimiento opositor.
Una pausa, que tuvo su fin en enero del
2007, cuando los medios parisinos titularon: “Chávez, le
sacre autocrate”, la coronación del autócrata, luego que el
reelecto presidente venezolano, en su discurso de toma de
posesión, anunciara una ráfaga de nacionalizaciones, junto a
su deseo de ser reelecto de manera indefinida. Luego vino el
otorgamiento de plenos poderes, situación ésta, que encendió
las alertas de las salas de redacción de los medios galos.
Prestos a cubrir la escalada
autoritaria del régimen de Hugo Chávez, el cierre de RCTV no
los tomó por sorpresa. Para la influyente opinión pública
francesa, en mayo del 2007, Chávez obtenía los galones de
autócrata. “La venganza fría de Chávez”, “Censura a la
Chávez”, fueron algunos de los títulos de prensa que
sirvieron para describir la orden de desaparición de RCTV
emanada por Chávez. “Más allá de los argumentos
administrativos o legales invocados por el presidente, es un
duro golpe contra la libertad de expresión en Venezuela”,
editorializó, el vespertino Le Monde.
Los enviados especiales de los medios
galos, que en estas últimas semanas han estado reportando
desde Caracas, han abordado temas tales como; la importación
de gasolina –tema tabú dentro de Venezuela -, la indignación
de los cineastas locales ante la multimillonaria ayuda que
recibiera el actor norteamericano Danny Glover, las
protestas estudiantiles, los buenos negocios de la familia
Chávez, la “boliburguesía”, la carrera armamentista de
Chávez financiada por el Fonden y el aumento de sueldo a los
militares.
Dicho esto, desde Caracas, se podría
pensar que Francia descubre a Chávez con 8 años de atraso.
No obstante, desde el punto de vista de imagen y de
forjamiento de opinión, se trata de una muy mala situación,
casi irreversible, para la imagen internacional de Hugo
Chávez. Un perfil, en cuya promoción y conservación, se
gastaron millones de dólares, pero que, parafraseando a
Petkoff, chacumbele se encargó de destruir.
Crisis de imagen y de comunicación, en
el régimen de Chávez, que no está pasando desapercibida
desde París, donde tiene sede una de las más grandes cajas
de resonancia mediática. Al tiempo que, en lo político, para
el régimen bolivariano es una desventaja, el que Francia sea
miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas, así como también pilar fundamental de la Unión
Europea.