Los
terribles atentados de Argelia, 11 abril 2007, frente al
Palacio de gobierno y frente a una comisaría en las afueras
de Argel, los cuales causaron al menos 30 muertos y 220
heridos, nos confirman que la metástasis de Al Qaeda sigue
difundiéndose a través del mundo entero. Lo ocurrido en
Argelia, representa la primera acción del holding que la
propia Al Qaeda, de forma muy habilidosa, constituyó,
fusionando a todos los movimientos extremistas en los tres
países del Maghreb (Marruecos, Argelia y Túnez).
Sólida plataforma, que muy pronto podría actuar en
territorio francés, tal y como lo teme el juez
antiterrorista francés, Jean-Louis Bruguière, para quien
“Francia es de manera muy recurrente un objetivo prioritario
para Al Qaeda”. El ministro de Interiores galo, François
Baroin, hace el mismo análisis que el magistrado: “Francia
está bajo la amenaza de actos terroristas”. Ambas
declaraciones, en la recta final de la campaña electoral
francesa, podrían ser consideradas como una tentativa de
dramatización proselitista, a menos que no hubieran
ocurrido, ni los atentados del 11-M en Madrid, ni los de
Londres en 2005. Ante esa contundente realidad, no queda
sino, admitir el hecho que, perturbar a través de la
violencia el juego democrático es una de las razones de
existir para Al Qaeda. El 22 de abril y 7 de mayo, tendrán
lugar en Francia, respectivamente la primera y segunda
vuelta de las presidenciales; y el 17 de mayo tendrán lugar
las legislativas en Argelia.
En consecuencia, sería ilusorio seguir pensando que Francia
seguirá por mas tiempo fuera del campo de acción de Al Qaeda.
En septiembre 2006, Ayman al-Zawahri, amenazó expresamente a
Francia, y para cumplir la misión encomendó a los argelinos
del GSPC (Grupo Salafista para la Predicación y Combate),
los cuales debían constituirse: “ en el hueso que atraviese
la garganta de los franceses”.
La palabra de los terroristas, se traduce en pavorosos
actos. En Argelia, de nada sirvió la amnistía que el
presidente Bouteflika acordó a los activistas que no tenían
las manos “muy” manchadas de sangre, a cambio el gobierno
lograba el desarme de una importante cantidad de agitadores,
quedaron fuera, los irreductibles del GSPC. Al margen, en
una sociedad que vive un boom petrolero, muy parecido al de
la Venezuela de Chávez, por cierto, nación petrolera
igualmente amenazada por Al Qaeda, intimidación, que al
parecer las autoridades cubano-venezolanas encargadas de la
seguridad interior, no habrían tomado con la seriedad que el
caso exige.
Junto a la indulgencia del alto gobierno, en Argelia, en
estos últimos años, los inversionistas extranjeros
invirtieron miles de millones de dólares; pero sin duda, a
partir de éste 11 de abril 2007, el capital extranjero lo
pensará dos veces antes de invertir no solo en Argelia, sino
en Marruecos y Túnez, ésta última nación convertida en una
suerte de Cancún para los turistas europeos.
Así las cosas; políticos, universitarios y creadores de
opinión, a través de diversos medios occidentales, insisten
en señalar como la principal raíz, de estos inaceptables
actos terroristas; al inmovilismo de ciertos regímenes
políticos, de países musulmanes, ante los problemas sociales
y la desesperanza de una parte de la juventud, la cual, a
decir de estos ingenuos analistas, encuentra pretextos para
incorporarse a los grupos violentos islámicos.
Es la opinión reiterada, de unas élites sociales,
principalmente europeas, que se niegan a ver la realidad de
manera frontal, y que se refugian en explicaciones propias
de ignorantes, así como también, propias de una evidente
carencia de sentido crítico, a causa de, un exacerbado
sentido de lo “políticamente correcto”.
Ojalá y no sea muy tarde, cuando estas cándidas élites del
mundo libre y democrático, descubran que el islamismo de Al
Qaeda, no es otra cosa que el rostro contemporáneo del
totalitarismo.
luisdelion@gmail.com